México.- Para llegar a ser candidato presidencial, Ricardo Anaya “se chingó a todo el mundo”, reconoció Jorge Castañeda Gutman, coordinador de campaña del abanderado por la coalición Por México al Frente, en entrevista con The New York Times.

El ex canciller elogió dicho proceder, al considerar que “mucha gente trata de chingarse a muchas personas y no llegan ahí”, pero en el caso de Anaya, esto resultó positivo, pues le ha colocado a un paso de la silla presidencial.

En entrevista con el periodista Kirk Semple, Castañeda afirmó que “en México se supone que tienes que ser despiadado sin que nadie lo note (…) Él neutralizó a gente de manera espectacular, hay evidentemente un costo a esto”, reconoció.

El reportaje, titulado en inglés El 'despiadado' candidato mexicano va lejos. Pero solo hasta ahora, describe el vertiginoso ascenso de Anaya hasta los niveles más altos de la política mexicana, en la que sólo le tomó 21 años pasar de ser candidato a una diputación local en Querétaro, a buscar ser el nuevo inquilino de la Residencia Oficial de Los Pinos, en las actuales elecciones presidenciales.

Su camino está “marcado por considerable destreza política y acciones algo despiadadas que han sorprendido hasta a los operativos más experimentados de México”, destaca el texto.

Al respecto, el senador panista, Jorge Luis Lavalle, consideró en entrevista con The New York Times que la filosofía de “o estás conmigo o eres mi enemigo”, implementada por Anaya, le provocó “daños terribles en el PAN”.

Respecto a su campaña actual, el rotativo destaca que a pesar de su “excelente preparación y gestión maestra de los temas”, Anaya se ha visto envuelto en acusaciones de corrupción, demás de que la gente lo identifica como un político demasiado vinculado a uno de los partidos culpados por los problemas actuales del país.

Esto, sumado a sus dificultades para “conectar con los votantes a nivel personal y emocional”, ha llevado a su equipo de campaña a apostar por los votantes indecisos para que en un golpe de suerte, lo lleven del segundo lugar que ocupa en la mayoría de las encuestas, hasta ganar las elecciones del próximo 1 de julio.

“Sin embargo, no todos tienen la misma confianza; de hecho, muchos expertos políticos ya se refieren a su candidatura con la conjugación en pasado. Dicen que la manera ambiciosa y rápida con la que se abrió camino para intentar llegar al máximo puesto del país cobró un precio demasiado alto pues alejó a demasiadas personas tanto dentro como fuera de su partido que habrían sido clave para ayudarlo a ganar”, señala el diario estadounidense.