México.- Al más puro estilo del crimen organizado, la detención de Antonio Sánchez Cruz, tesorero de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Oaxaca, ocurrida el pasado 6 de noviembre, provocó bloqueos en diversos puntos de la entidad.

De acuerdo con una investigación del noticiero En Punto, de Televisa, el día de la captura, entre las 21 y 22 horas y de manera simultánea, cientos de transportistas de la organización bloquearon 16 puntos de la capital y municipios conurbados.

Primero con mototaxis o taxis y después con camiones materialistas o trailers, los inconformes mantuvieron sitiada oaxaca durante 16 horas. En otros 11 puntos del estado, los miembros de la CTM también impidieron la circulación.

El objetivo de los bloqueos era exigir la liberación de Sánchez Cruz, acusado del asesinato de 5 personas en 2013.

Además de ser secretario de finanzas de la CTM, y líder de los transportistas de este sindicato, las autoridades presumen que Antonio Sánchez dirige un grupo de la delincuencia organizada en Oaxaca.

Al respecto, José Antonio Iglesias, director Agencia Estatal de Investigación (AEI) en Oaxaca, comentó que además de su presunta participación en varias ejecuciones, al líder de la CTM se le investiga por narcotráfico, pues se presume que “era el que encabezaba el narcomenudeo en la ciudad de Oaxaca”.

Minutos después de su captura hubo un primer intento por rescatarlo: sus escoltas utilizaron una camioneta para intentar frenar a los agentes estatales, hecho que desató una balacera y la detención de ocho personas, la mayoría con antecedentes penales.

Uno de los detenidos fue Moisés Maday Mendoza, alias "El Mara”, quien es identificado por las autoridades como uno de los líderes del narcomenudeo en la zona de La Merced en la ciudad de Oaxaca, indicó José Antonio Iglesias.

Uno de los detenidos fue Moisés Maday Mendoza, alias "El Mara”, quien es identificado por las autoridades como uno de los líderes del narcomenudeo en la zona de La Merced en la ciudad de Oaxaca, indicó José Antonio Iglesias.

Durante el gobierno de Gabino Cué, las denuncias por delitos cometidos por Marco Antonio Sánchez se acumularon en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que optó por no proceder. 

Una de las acusaciones se refiere a lo ocurrido el 13 de septiembre de 2013, cuando Sánchez Cruz acudió a una junta con transportistas en el municipio de San Pedro Totolapa donde se habrían registrado desavenencias, de acuerdo con el Fiscal general de Oaxaca, Rubén Vasconcelos.

Al salir de la reunión fueron asesinadas 5 personas: Plutarco García Mitra, transportista de materiales; sus dos hijos, Plutarco e Irving; y dos de sus trabajadores, Héctor Santiago y Edgar Merino.

Desde hace 4 años las autoridades tenían elementos para acusar a Sánchez Cruz de estos homicidios e iniciar un proceso en su contra.

“Las declaraciones señalaban directamente quiénes habían realizado los disparos contra los cinco fallecidos, no había ni hay en las declaraciones lugar a dudas de este señalamiento”, aseveró Rubén Vasconcelos, Fiscal general de Oaxaca

La violencia de grupos ligados con Marco Sánchez se vive también en las calles de Oaxaca. En septiembre de 2016 se registraron balaceras entre cetemistas y miembros del Frente Popular 14 de junio, por el control de rutas de transporte; ahí murieron 2 personas.

Ante ello, Rubén Vasconcelos aseveró que Sánchez Cruz “tenía enorme control de diversas acciones que realizaban muchas personas y grupos incluso delincuenciales no nada más en la capital del estado sino en diversas regiones del estado”.