Cuatro mujeres indígenas de Los Altos de Chiapas se graduaron como ingenieras solares en la India. Previo a esto, ningún había salido de su comunidad; ahora, en entrevista con el noticiero En Punto, de Televisa, dicen que están listas para mejorarla.
Petra Beatríz Gómez, Eulogia Hernández, Manuela Gómez y Fabiola Ordoñez, originarias de los municipios de San Juan Cancuc, Mitontic, Pantepec y El Bosque, se inscribieron a la convocatoria de la Universidad de Barefoot que trabaja con mujeres analfabetas.
“Son cuatro comunidades muy importantes en nuestro estado, pero también de las más pobres, y tenían que cumplir con ciertas características. La primera, ser mujer. La segunda, ser mayor de 35 años y, no importaba si no sabían leer ni escribir, no sabían ni siquiera hablar español”.
Lorena Rojas Nuncamendi, enlace de la Universidad de Barefoot con Chiapas
Según reportó el noticiero En Punto, de Televisa, en marzo de este año, las cuatro viajaron a Tilonia, una aldea en la India, para aprender a armar e instalar paneles solares para la generación de energía.
El programa educativo también incluyó clases de emprendimiento social, derechos humanos y liderazgo, desde una perspectiva de género.
“Tengo una hija y soy madre soltera. Me preocupé mucho por dejar a mi hija. Igual se puso triste mi hija, cuando ya se acercaba el día se puso a llorar, ‘no te vayas, mami, no me dejes’; ‘pero es que yo lo estoy haciendo por ti’”.
Manuela Gómez Gómez, indígena de El Bosque, Chiapas
“Fue algo complicado. En nuestra sociedad siempre, en ocasiones es mal visto que una mujer pueda elegir primeramente, ir en busca de algo más, ¿no?, que abandonar a su familia. Pero en este caso agradezco a mi familia porque me respaldó.
Petra Beatríz Gómez Cruz, indígena de San Juan Cancuc, Chiapas
Tras seis meses de capacitación, las cuatro mujeres estaño de regreso en sus comunidades, donde tendrán que instalar 200 paneles solares y capacitar a más personas.
Tras cumplir este reto, Petra Beatriz dice que ahora quiere aprender otros oficios donde las mujeres no han destacado, como la albañilería, electricidad o la carpintería.
Su compañera Eulogia también parece haberse contagiado de esa “magia".
“Yo vengo muy satisfecha, muy contenta de lo aprendido. Desde el momento en que, jamás, creo que ninguna de las cuatro alguna vez pensamos en subir, cruzar el océano, ir al otro lado del mundo. Desde ahí empieza la magia”.
Eulogia Hernández, indígena de Pantepec, Chiapas
Con información del noticiero En Punto.