Ante la pandemia de coronavirus, no todos se cuidan o descuidan igual. Los adultos mayores están poniendo el ejemplo a los jóvenes, que en muchos casos se creen invulnerables y evitan acatar las medidas de prevención, sin considerar que pueden convertirse en vectores del Covid-19 y contagiar a los adultos de su entorno.

Así lo constató el noticiero ‘En Punto’ de Televisa, durante un recorrido por calles de la Ciudad de México, donde recabó testimonios de diferentes personas que expusieron sus razones para llevar o no a cabo las medidas.

Jóvenes no usan cubrebocas, “para que se vea mi carita”

En entrevista, algunos jóvenes dijeron que no usan cubrebocas porque les provoca problemas en la piel y es muy incómodo.

“Me saca muchos granos en la cara”.

Miguel Ángel, estudiante.

Otros de plano reconocieron que evitan ponérselo por cuestiones estéticas.

“[No uso cubrebocas] para que se vea mi carita”.

Sofía, estudiante.

Algunas conductas comunes entre los menores de 30 años de edad no conectan con la sana distancia. De acuerdo con 'En Punto', piensan que hay un riesgo nulo en la calle y en el caso de que necesiten usar cubrebocas, sólo lo usan donde se les exige, para después usarlo en el cuello o guardarlo en el bolsillo.

Los adultos mayores atienden más las medidas de prevención

Hasta el martes, entre el total de muertes por Covid-19 en México, menos del cuatro por ciento corresponde a personas de entre 18 y 35 años de edad, un porcentaje mucho menor al de las muertes entre mayores de 65 años. Ello explicaría que los adultos, sobre todo mayores, tienen más cuidados.

“Tapo mi celular, traigo guantes, gel, careta, crema, otro trapito para guardar mi careta cuando llego al trabajo y traigo doble cubrebocas”.

Rosa María Reyes, empleada.

María Teresa Gómez dice que desde el inicio de la pandemia se ha esmerado más en la limpieza de la casa, desinfectando áreas en las que antes no ponía tanta atención, como los pasamanos.

Manuela, mayor de 60 años, asegura que no va al mercado si no lleva cubrebocas y careta.

“Es necesario. Si quiere uno estar bien y no contagiar a los demás, hay que empezar a cuidarse uno mismo”.

Manuela, adulta mayor.

Rosa María Reyes, que está en medio de ambos grupos, prefiere no tomar riesgos, ya que vive con sus padres de la tercera edad y un joven.

“Como soy la que salgo a la calle, soy la que debo mantener limpio todo para que ellos no llegue yo y los contagie”.

Rosa María Reyes, empleada.

Con información de ‘En Punto’.