México.- Dos mujeres de Estados Unidos discriminaron a un hombre que habló en español en local de Burger King en la ciudad de Eustis, Florida.
Puedes leer: Golpean a madre mexicana por defender a su hijo de ataque racista
Dos jóvenes grabaron el momento en que las mujeres se encontraban en el local y empezaron a agredir a Ricardo Castillo, quien es originario de Puerto Rico y lleva 18 años como gerente del lugar.
Las mujeres desde su mesa le pidieron al hombre por alrededor de tres minutos que hablara en inglés; él desde otra mesa les contestó que no.
Recomendamos: Jóvenes irlandeses agreden a mexicano por hablar en español
Después de un rato de discusión, Ricardo Castillo se levantó y les dijo a ambas:
Las mujeres le contestaron que no era cierto que es su restaurante, y él siguió diciendo que sí, además, les pidió respeto y ser menos ignorantes.
Ellas recogieron sus basura, la tiraron y se fueron.
Lee: Confrontan a racista que amenazó con deportar a personas que hablaban español en Nueva York
Castillo les dijo:
Cuando las mujeres iban saliendo del local, Ricardo comentó a los empleados que él había sido agredido por las mujeres porque no estaba hablando español. Sus compañeros se mostraron sorprendidos por la actitud de las clientas.
Puedes leer: Exempleado acusa a Facebook por prácticas racista
"Es incleíble": dice hombre discriminado en Estados Unidos
Luego del altercado, Castillo les dijo a los jóvenes que grabaron el hecho que "es increíble" que aún se discrimine por no hablar el mismo idioma.
Los testigos son Neyzha Borrero de Puerto Rico y su novio es Oni Martínez de México.
Recomendamos: Golpean a amigos gays en Guadalajara
El periódico estadounidense Dayli Commercial entrevistó a Ricardo y aseguró que nunca había tenido una experiencia así.
Borrero y Martinez también se dijeron sorprendidos por la reacción de las mujeres y coincidieron que nadie debería ser discriminado por su lengua.
Lee: Despiden a maestra por discriminar a mexicanos en Twitter; creyó que le escribía en privado a Trump
Castillo añadió que no quiso ser grosero con las mujeres, pero tuvo que pedirles que se fueran porque la pareja les había dicho que se sentían ofendidos.