Imagina que eres un hombre de las cavernas, arrojado en un ambiente donde todo es peligroso; desde la misma naturaleza, hasta los otros humanos que rondan por los alrededores. Deberás de encontrar la manera de sobrevivir para que la especie prevalezca y no quedes como un mero recuerdo enterrado en el lodo. Bueno, esta es la premisa de Far Cry Primal, juego de la saga que nos transporta hasta el fin de la Era de Hielo.

Aquí tomamos el control de Takkar, miembro de la tribu Wenja que iniciará una aventura para reconstruir su comunidad después de que se viera segregada por los ataques de los Udam, clan "vecino" que no es muy amigable. Lo primero que te darás cuenta, si has jugado anteriores versiones de Far Cry, es que los controles se sienten como en esas entregas previas, por lo que rápidamente te adentrarás en el territorio de Oros sin muchos problemas.

Muestra de ello es el combate; si bien no es tan dinámico y explosivo como en Far Cry 4, tus rudimentarias armas se acomodan de manera perfecta al contexto; la lanza, el garrote y el arco harán que olvides las pistolas y metralletas en poco tiempo. Más aún cuando das cuenta de que las puedes mejorar y cuentan con algunas opciones interesantes (qué tal prenderle fuego a una flecha para desatar un efecto colateral).

Asimismo, la libertad sigue presente, adecuada a las limitaciones tecnológicas evidentes; podrás escalar varias montañas, nadar en los distintos cuerpos de agua, explorar casi todos los recovecos que encuentres a tu paso e interactuar con gran parte de la flora y fauna del lugar; pero de una manera diferente a lo hecho en el pasado.

Dado que tu principal misión será sobrevivir, deberás de recoger la mayor cantidad de recursos posibles para crear armas, items, curarte o mejorar tu aldea (que dicho sea de paso, abrirá y expandirá el árbol de habilidades de Takkar). Pero lo más particular es el caso de los animales; si bien, deberás cazarlos para obtener pieles y carne; conforme avances en la historia, obtendrás la habilidad "Beast Master", que no es otra cosa que la opción de domar a todas las bestias superiores que encuentres a tu paso.

Esto último representa la gran innovación dentro de la franquicia; pues no sólo son herramientas de uso como en Far Cry 3 o 4, los animales son compañeros totales; podrás montarlos (en el caso de osos, por ejemplo), te traerán items o cazarán por ti (el lobo será un especialista en ello) o podrán "scoutear" el terreno para que puedas armar bien tu estrategia (el búho es el indicado para esto, además de que puede atacar desde el aire); con esto descubrir partes del extenso mapa, el cual debes de explorar si quieres encontrar todos los secretos y misiones que están a tu disposición.

Así es, leíste bien, Oros es enorme y cambiante. Inicialmente empiezas en un bosque, pero la historia te llevará a parajes nevados y húmedos pantanos; cada uno con sus propias características, incluso el mismo bosque es diferente en distintas direcciones, por lo que es recomendable siempre ir bien preparado, no sabes si encontrarás un oso, un Udam o un Izila al escalar una saliente o detrás de un árbol.

Sin embargo, esa misma extensión es la que traer un par de males al título. Dado que se tiene que llenar de contenido el mapa, para que este no quede desierto, muchas de las misiones tiende a repetirse (conquistar hogueras, eliminar un cierto número de depredadores o rescatar a tus compañeros Wenja), lo cual vuelve tediosa la experiencia en cierto punto. De igual forma, el no contar con vehículos hace que tengas que recorrer varios metros de terreno para llegar a tu destino, esto a pesar de contar con puntos de "Viaje Rápido".

En cuanto al aspecto técnico, Ubisoft hizo un gran trabajo; a pesar de lo grande que es Oros, el juego tiene un buen desempeño, no encontrarás bugs evidentes o glitches que rompan la experiencia. A esto hay que sumar los bellos gráficos, los efectos de sonido adecuados y la gran dedicación que se le puso a recrear la época de la prehistoria; todo el escenario luce verosímil en absoluto (un aplauso para los actores de doblaje y linguistas que participaron en la creación del idioma hablado por las tribus).

Si eres fan de este tipo de juegos o de la saga, Primal es una buena opción para ti; ten por seguro que no te decepcionará y verás con otros ojos lo que fueron los albores de las primeras comunidades humanas. Si por el contrario, los mapas extensos te aburren y prefieres la acción inmediata de la modernidad; tal vez deberías de pensarlo dos veces, pues las misiones tienden a ser repetitivas y el combate no es tan dinámico como en la guerra moderna. Aunque eso sí, tener un lobo de compañero es lo más genial del mundo.