El 13 de julio de 1987, en la desconocida consola MSX 2, vio la luz uno de los juegos que marcarían la historia de la industria y le provocaría dolores de cabeza a todos los fans por su intrincada historia y uso de conceptos filosóficos. No estamos refiriendo a la obra cumbre de Hideo Kojima, Metal Gear.

Si bien la saga es más recordada por su renovación en la serie "Solid" a partir de mediados de los 90. La génesis de todos los problemas de Solid Snake está en este juego de 8 bits, el cual sentó las bases de los juegos de sigilo, incluso antes de que se conociera el género.

Metal Gear nos contaba la historia de un joven Solid Snake, quien formaba parte de FOX-HOUND, organización táctica del gobierno de los Estados Unidos encargada de incursiones suicidas encubiertas; quien tiene la misión de descubrir todo lo que hay detrás de Outer Heaven, nación fortaleza en medio del continente africano, después de que se perdiera contacto con su mejor operativo, Gray Fox.

El juego era muy diferente a todo lo presentado en ese momento, al dejar de lado la acción lateral de obras como Contra o Ninja Gaiden, en favor de un sistema de escondite; donde valía más esperar el momento para actuar, que entregarte al combate directo. Esto causó confusión entre los jugadores del momento, pues al principio no comprendieron cómo entrar de lleno en la obra.

Asimismo, fue de los primeros intentos de la industria en entregar una trama compleja que sustentará toda la acción en pantalla; llena de personajes importantes, largas secuencias narrativas y giros de tuerca. Obviamente, la tecnología no daba para las escenas cinemáticas que son famosas de la franquicia, sin embargo, se notaba la vena artística que quería imprimir Hideo Kojima en su obra.

Hay que mencionar que la trama, a pesar de tener sus momentos, no era tan compleja como las mostradas posteriormente; más que otra cosa, Kojima mostró la realidad de la Guerra Fría, donde las amistades y alianzas no estaban bien definidas, quedando en entredicho la nociones ideológicas del momento (no había buenos o malos, sólo interpretaciones). De igual manera, comenzó a abordar la concepción moderna del soldado, el cual es visto más como una herramienta que como una persona en su individualidad.

Lamentablemente, el juego no tuvo la repercusión esperada, debido al lanzamiento en la consola mencionada y el gameplay; aunque hubo una versión para NES, esta saga se mantuvo en la obscuridad hasta la llegada del PS1, donde Konami dejó que Kojima explorara todo lo que traía en mente desde hace años, convirtiéndola en uno de los juegos más importantes para la empresa, la industria y el PlayStation.

Felices 30 años, Metal Gear.