México.- Un estudio publicado en la revista científica PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences) de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, señala que un grupo de científicos identificó un meteorito como el más antiguo de origen volcánico, procedente de un protoplaneta aparecido en el primer millón de años de nuestro sistema solar.
De acuerdo con la investigación, el meteorito llamado ‘Erg Chech 002’ realizó un largo viaje desde su cristalización hace 4 mil 565 millones de años, antes de impactar en el planeta "gracias al azar de las órbitas" en el sur de Argelia hace menos de un siglo.
Los investigadores señalan que este meteorito es un testigo 'excepcional', de la formación de protoplanetas
Según el geoquímico Jean-Alix Barrat, de la Universidad de Brest, el meteorito fue encontrado en mayo de 2020 por cazadores de meteoritos en Una Adrar, una zona del Sáhara.
Jean-Alix Barrat explica que existen 43 fragmentos de este meteorito y el más grande tiene el tamaño de ‘un puño’. La roca tiene un aspecto verdoso cuando se corta, pero su superficie es de color marrón. Este objeto es un testigo ‘excepcional’, de la formación de protoplanetas.
Este meteorito se caracteriza por su "materia diferenciada", es decir, más elaborada que las de otros meteoritos, ya que procede de un cuerpo celeste bastante que pudo tener actividad tectónica.
La roca con la que está formada el meteorito era muy frecuente durante la formación del sistema solar
Aunque tiene una composición única, Jean-Alix Barrat está convencido de que "este tipo de rocas eran bastante frecuentes al principio de la historia del sistema solar". El ‘cuerpo-pariente’ de ‘Erg Chech 002’, medía quizá cerca de 100 kilómetros.
El meteorito ‘Erg Chech 002’ se formó en el primer millón de años del sistema solar, según los cálculos de los coautores del estudio, Marc Chaussidon, del Instituto de Física del Globo de París, y Johan Villeneuve, investigador de la Universidad de Lorena, este de Francia.
Aunque los científicos ya tenían conocimiento sobre esta formación gracias a los meteoritos denominados metálicos, "que corresponden a núcleos de protoplanetas", el objeto ‘Erg Chech 002’, permitió a los científicos obtener una parte de la corteza de estos cuerpos celestes.