Este 22 de febrero será el miércoles de ceniza; acá te decimos cómo tiene que ser el ritual para recibir esta jornada dedicada a la reflexión espiritual.

Dentro de la liturgia, el miércoles de ceniza marca el comienzo de la Cuaresma, que como sabemos dura 40 días hasta la Semana Santa.

El miércoles de ceniza, marcado en este 2023 el 22 de febrero, es una celebración contenida en el Misal Romano y se trata una de las fechas más importantes en el calendario católico.

Miércoles de ceniza

¿En qué consiste el ritual para recibir el miércoles de ceniza el 22 de febrero?

El ritual del miércoles del 22 de febrero consiste en imponer durante una misa la marca de ceniza en forma de cruz en la frente de los fieles.

Normalmente, los creyentes acuden a la iglesia para recibir la imposición de la cruz de ceniza por parte del sacerdote que dirige la homilía.

Cabe señalar que el miércoles de ceniza es un ritual que exhorta a la autorreflexión, la moderación y pedir la caridad divina.

Se conmemora el Miércoles de Ceniza.

En la misa del miércoles de ceniza del 22 de febrero, el sacerdote realiza la bendición de las cenizas y pronuncia una oración.

Después, rocía con agua bendita las cenizas para poner la cruz simbólica en las personas.

Cuando el ministro marca la frente con un cruz en los fieles, este pronuncia una de las formas litúrgicas que son:

  • Convertíos y creed en el Evangelio. Mc. 1, 15.
  • Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás. Gn. 3,19.

Al finalizar la imposición en el miércoles de ceniza, el sacerdote se lava las manos y el ritual concluye con la oración universal.

Miércoles de ceniza

¿Se práctica ayuno en el ritual para recibir el miércoles de ceniza el 22 de febrero?

La iglesia católica explica que durante el miércoles de ceniza del 22 de febrero, se debe considerar como un día de contemplación y revisión de los pecados.

Todo esto mediante el ayuno y la abstinencia de carne roja.

Para personas mayores de 60 años, el ayuno está permitido consumiendo alimentos o una comida completa junto con dos comidas de menores proporciones a lo largo del día.

El sacrificio es de una sola comida durante el día y se extiende para los todos los viernes de Cuaresma.