Fueron encontrados restos fosilizados de un reptil que habitó la Tierra alrededor de 230 millones atrás; el animal ha sido catalogado como un pariente lejano de los cocodrilos y lagartos actuales, pero poseía una coraza ósea que cubría todo su dorso.

El descubrimiento fue hecho en la región de Río Grande, al sur de Brasil por el paleontólogo de la Universidad Federal de Santa María, Rodrigo Müller, quien trabajaba en una colina cerca de Porto Alegre pero, inmediatamente observó un conjunto extraño de osteodermos, es decir los depósitos óseas que se forman sobre las pieles de reptiles y anfibios.

De acuerdo al paleontólogo él jamás había visto algo parecido en Brasil por lo que le pareció algo muy extraño. Relata que, cuando limpió la tierra encontró un cráneo en perfecto estado junto a otros huesos en estado fósil, los cuales resultaron ser el esqueleto completo del ejemplar.

El Dynamosuchus collisensis podía sostenerse sobre sus dos patas traseras cuando era necesario

Se sabe que el dinosaurio prehistórico denominado Dynamosuchus collisensis de la familia de los Ornithosuchidae, caminaba con sus cuatro extremidades -las cuales estaban debajo de su cuerpo y no a los extremos como los ejemplares modernos-.

Asimismo también podía levantarse y sostener su peso en sus dos patas traseras cuando era necesario, esto de acuerdo a las investigaciones que se han realizado en el museo de La Plata en Argentina y el Instituto Politécnico de Virginia en Estados Unidos.

Asimismo se confirmó que los restos fósiles datan de hace 230 millones de años, además relataron en la revista Acta Palaeontologica Polonica que el nombre del reptil le fue otorgado debido a la fuerza en su mordida -la cual era capaz de quebrar huesos- y al lugar en el que se encontró.

A partir de las investigación se cree que el ejemplar era carroñero

Sin embargo, las investigaciones revelan que probablemente el lagarto prehistórico era necrógfago, es decir carroñero cómo los buitres y las hienas al alimentarse de cadáveres y presas fáciles. 

“Este extremadamente raro reptil debe haber sido una verdadera trituradora de huesos desde los albores de la era de los dinosaurios.”

Rodrigo Müller, paleontólogo

De igual forma se ha descubierto que esta especie habitaba en la tierra y no en medios acuosos como sus descendientes los cocodrilos o lagartos, poseía un hocico alargado así como mandíbula y dientes grandes que atravesaban la carne.

Estos nuevos fósiles hallados significan la conexión, la evolución e interacción entre las masas continentales, es decir la Pangea aunque guarda más similitudes con uno hallado recientemente en Argentina.