La evolución del ser humano sigue siendo un tema de estudio para los científicos, actualmente, siguen investigando cómo es que el cerebro del ser humano creció mucho más que el de otros primates como los chimpancés o gorilas. 

Sin embargo, un nuevo estudio ha logrado identificar porque los cerebros humanos crecen mucho más, con tres veces más neuronas, en comparación con los cerebros de los demás primates.

El estudio comparó los ‘organoides cerebrales’ de seres humanos, gorilas y chimpancés

El estudio fue realizado por investigadores del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica (MRC), en Cambridge (Reino Unido), quienes, gracias a los ‘organoides cerebrales’, lograron determinar porque el cerebro de los seres humanos es más grande que el de varios simios.

Los ‘organoides cerebrales’ son tejidos tridimensionales cultivados a partir de células madre que modelan el desarrollo temprano del cerebro

El estudio comparó los ‘organoides cerebrales’ de seres humanos, gorilas y chimpancés. Al igual que los cerebros reales, los 'organoides cerebrales' humanos crecieron mucho más que los organoides de otros simios. La investigación fue publicada por la revista ‘Cell’.

Los resultados del estudio proporcionan una primera visión de lo que es diferente en el cerebro humano

La doctora Madeline Lancaster, del Laboratorio de Biología Molecular del MRC, y directora del estudio, asegura que los resultados proporcionan una primera visión de lo que es diferente en el cerebro humano en desarrollo en comparación con otros primates.

“La diferencia más llamativa entre nosotros y los demás simios es lo increíblemente grande que es nuestro cerebro”

Madeline Lancaster<br>

En las primeras etapas del desarrollo del cerebro, las neuronas son producidas por células madre llamadas progenitoras neurales. Al principio, estas células progenitoras tienen una forma cilíndrica, lo que facilita la división en células hijas idénticas con la misma forma.

Entre más veces se multipliquen las células progenitoras neurales en esta fase, más neuronas se crearán después. Finalmente, a medida que las células maduran y ralentizan su multiplicación, se alargan, formando una forma parecida a la de un cono de helado estirado.

Los organoides cerebrales ha permitido saber cómo se produce este desarrollo en humanos, gorilas y chimpancés

Los organoides cerebrales también han permitido a los investigadores descubrir cómo se produce este desarrollo en humanos, gorilas y chimpancés. Durante el estudio se pudo comprobar que en gorilas y chimpancés esta transición tarda mucho tiempo. Las células progenitoras humanas mantuvieron su forma cilíndrica durante más tiempo que las de otros simios y durante este tiempo se dividieron con más frecuencia, produciendo más células.

Esto significa que las células humanas tienen más tiempo para multiplicarse, por lo que, el número de neuronas del ser humano es tres veces mayor en comparación con los cerebros de gorilas o chimpancés.

La doctora Lancaster, que formó parte del equipo que creó los primeros organoides cerebrales en 2013, también comentó que “un cambio retardado en la forma de las células en el cerebro temprano es suficiente para cambiar el curso del desarrollo, ayudando a determinar el número de neuronas que se fabrican”.

“Es sorprendente que un cambio evolutivo relativamente sencillo en la forma de las células pueda tener consecuencias importantes en la evolución del cerebro”

Madeline Lancaster

Finalmente, los investigadores señalan que los organoides son un modelo y, como todos los modelos, no reproducen completamente los cerebros reales, especialmente la función cerebral madura.