Lentes de marca, traje a la medida; el estilo inglés en su máxima expresión, pero sin dejar a un lado el paraguas a prueba de balas, la granada en forma de encendedor  y un sin fin de artilugios que dejan a James Bond como un policía de banqueta. Todo esto representa la agencia de espías independientes más importante del mundo y está en busca de reclutas. Conozcan a Eggsy, un joven sin rumbo y envuelto en problemas a cada paso que da, con ayuda de su reclutador/mentor Harry Hart, alias Galahad, enfrentarán cualquier amenaza que destruya la paz mundial. 

Basado en el comic del polémico escritor Mark Millar, creador de la franquicia de Kickass y culpable de Marvel Ultimates. Un verdadero Midas del medio. La cinta es dirigida por el director y guionista Matthew Vaughn, que nos trajo X-men First Class, Kick ass 1, estamos hablando de alguien que conoce el género a la perfección y no tiene miedo de hacer algo original. 

Kingsman es verdaderamente una bocanada de aire fresco para este subgénero. El director tiene un estilo dinámico y preciso, no pierde el paso a la hora de contar una escena de diálogos como una secuencia de acción. Vaughn adapta este comic como una carta de amor/odio a James Bond, creando secuencias que ponen al agente británico en una postura ridícula y en otras poniéndolo como estandarte guadalupano. 

Actoralmente se dan las sorpresas, la participación del actor Colin Firth viene con todo, su actuación es impecable, demuestra su entrega al proyecto participando en secuencias tan irreales o absurdas, sin cuestionar nada. El recién llegado Taron Egerton que interpreta al joven descarriado Eggsy, hace un trabajo creíble y sin muchos rodeos. Samuel L. Jackson interpreta a un millonario tipo Steve Jobs con muy malas intenciones. Él crea a Valentine de una forma muy interesante, dando de estilo inglés con gorra beisbolera y un frenillo. 

En este filme el espectador siente una sorpresa constante, tanto por el guión como por sus actores, tengamos en cuenta que esta historia tiene sus debilidades también, pero son perdonadas por el corte cómico/acción con el que está hecha.

Es un proyecto violento pero estilizado sin llegar al gore. El director se esfuerza por no atacar a 007 constantemente pero eso es imposible. Cambiará un poco la perspectiva que predomina de este género cansado. Ve y disfruta de un manjar de acción hecho totalmente para el gusto general, quítate el mal sabor de boca que la semana pasada dejó ?50 sombras de grey?.