El análisis de la bebida Limón & Nada de Del Valle para el envase de 1.5 litros que realizó el Poder del Consumidor, no es nada halagador.

De acuerdo con el desglose de la organización, cada botella contiene 28 y media cucharadas cafeteras o 142.5 gramos de azúcar, lo cual equivale al 570 por ciento de la necesidad sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con respecto a los azúcares libres.

La OMS sugiera que la ingesta de azúcar debe ser de menos del 5 por ciento, sobre todo para el caso de los infantes.

Las altas ingestas de azúcares se vinculan de manera directa con las caries dentales, la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico, las enfermedades del corazón y la adicción.

Adicionalmente, cada envase contiene 562 miligramos de sodio, lo cual cubre más de la cuarta parte de la ingesta recomendada para un adulto en todo el día, además de ser un factor de riesgo para padecimientos como presión alta.

De acuerdo con los ingredientes que contiene, sólo dispone de un 1 por ciento de jugo de limón concentrado, el cual de acuerdo con las guías dietéticas de Estados Unidos es considerado un tipo de endulzante:

"El producto es básicamente agua mineral con una elevada cantidad de azúcares, aditivos y un colorante artificial derivado del petróleo (amarillo 5)", puntualiza el análisis.

El colorante amarillo 5, junto con el benzoato de sodio, se asocia a cambios de conducta en infantes, lo cual genera hiperactividad y déficit de atención.

Con respecto al etiquetado, el análisis determina que es publicidad engañosa y que sería de utilidad para pacientes con diabetes, conocer que la bebida contiene 11 y media cucharadas para la presentación de 600 militros.

Añade que dichas bebidas deberían disponer de leyendas de precaución para pacientes con padecimientos crónicos, mismos que deberían ser sancionados como "riesgo para la salud de la población", así como por generar engaño y desorientación entre los consumidores.

La valoración final del Poder del Consumidor indica que el producto no es apto para consumo de infantes y que si un adulto lo consume, debería ser de manera esporádica y con agua mineral diluida.

Se contraindica para pacientes con diabetes o trastornos metabólicos y en su lugar sugieren, una limonada casera preparada con agua mineral, azúcar mascabada o miel.