Actualmente muchas parejas no quieren establecer relaciones formales y optan por una relación abierta de mutuo acuerdo (no monógama). Lo cierto es que este tipo de relaciones muchas veces no funcionan porque las reglas no se ponen sobre la mesa y los malentendidos reinan entre los involucrados.

¿Cuáles son los límites de una relación abierta? ¿Qué reglas deben seguirse para no lastimar a nadie ni ser lastimado?  A continuación 5 reglas básicas para lograr tener una relación abierta:

Si ustedes ya lo hablaron y decidieron que pueden salir con otras personas sin perder lo que existe entre ustedes, es importante que platiquen sobre su relación y sobre los pros y los contras de salir con otras personas y el estado de su relación.

Es posible que hayas decidido que tu relación no sea monógama por razones ideológicas, lo cual es genial.Pero ¿cuáles son esas creencias específicas? ¿Qué buscas al salir de la monogamia?¿Qué propósito o fin tiene para ti? ¿Qué es lo que necesitas de tu pareja? ¿Qué hará que te sientas seguro? Conocer las respuestas hará que eligan el mejor camino para los dos.

Hay miles de maneras para no ser monógamos. A medida que nuestra sociedad se vuelve más conocedora de la no monogamia, deja abierto un gran abanico de posibilidades; para evitar que se confundan y peleen más adelante, piensa en lo siguiente:

¿Ambos van a dejar de ser monógamos o solamente uno?

¿Estás hablando de ser sexual con otras personas o tener relaciones con otras personas?

¿Qué tipos de comportamientos sexuales serían permitidos o no?

¿Qué tipos de amantes, lugares o situaciones se sentirían bien? ¿Cuáles deben ser evitados?

¿Hay ciertos momentos en los que no se aplicarán las pautas regulares?

¿Quieres abrir su relación poco a poco o de  forma inmediata?

Lo complicado de establecer límites en una relación abierta es que puede ser difícil saber cuáles son los límites. Sí, se oye confuso pero es la realidad. Trata de aclarar los límites con cuestiones hipotéticas, expresa tus miedos y reconoce las áreas frágiles que podrían ser un reto para ambos:

¿Qué pasa si uno de nosotros cambia nuestra mente?

¿Y si alguien no respeta los límites?

¿Si desarrollamos sentimientos románticos con la persona?

¿Qué pasa si uno de nosotros se clava en la intimidad con la otra persona?

¿Qué pasa si uno de nosotros se contagia con alguna enfermedad de transmisión sexual?

¿Y si empezamos a sentir que nuestra relación está siendo descuidada, o no tenemos tiempo suficiente para nosotros?

Hay tantas opciones en la apertura de una relación, que lo más probable es que tú y tu pareja no estén de acuerdo en todos los detalles. Si no logran mediarlo, olviden la idea.