Más allá de las arrugas, el cuerpo de la mujer cambia drásticamente conforme pasan los años. No es lo mismo tener 20 años y algunos problemas hormonales, que llegar a los 50 y enfrentarse a una transformación impresionante que no siempre deja un buen sabor de boca.
Los cambios físicos varían dependiendo de la calidad de vida de cada mujer. Así que aquí te dejamos una descripción clara realizada por el diario español El País, basada en las respuestas que algunos estudios han encontrado:
A los 20
Se incrementa el riesgo de las infecciones vaginales, se hace más recurrente el deseo sexual. También se empiezan a hacer más notorias la silueta femenina, pues los pechos se afirman y se ensanchan las caderas y muslos.
A los 30
Los poros se obstruyen a consecuencia del estrés y la contaminación, provocando acné. Los pechos tienden a caer más notoriamente si se ha pasado por un embarazo y la lactancia. Además, empiezan a aparecer las arrugas en forma de surco a los lados de la boca.
A los 40
La probabilidad de quedar embarazada de forma natural es inferior a un 5 por ciento, y la maternidad pasados los 45 años casi siempre es a través de la reproducción asistida. Algunas mujeres cercanas a los 50 sufren de alopecia, una calvicie que no es tan evidente como en el caso de los varones, y las causas pueden ser genéticas, hormonales o medioambientales.
A los 50
Hay una inevitable fragilidad ósea que aparece con la baja de estrógenos a consecuencia de la menopausia. La piel pierde firmeza por la disminución de colágeno. Además, es más probable la pérdida de dientes debido al desgaste de los huesos de las encías que las sujetan.
A los 60
Finalizan los trastornos hormonales, y aunque los orgasmos son más débiles y la lubricación menos intensa, hay mujeres que superan los 60 años pero se declaran sexualmente activas. Y, lo positivo es que se va dejando atrás la necesidad de la recurrente depilación, pues disminuye el tamaño de los folículos pilosos debido a la reducción de los niveles de estrógenos.
Con información de El País.