¡Juventud, bendita juventud! Época en la que todo lo que hagas no te afecta mucho, en la que no te arrepientes de las cosas y vives el momento. Lo malo, cuando comienzas a notar que eso que te daba adrenalina genera emociones un tanto negativas que te gustaría evitar a toda costa, y es que, tanto las decisiones audaces como las más conservadoras, tienen un precio algo amargo al paso de los años.
Algunos lamentan conductas impulsivas como haberse realizado un tatuaje o haber empezado a fumar. Otros se arrepienten de no haber viajado antes de formar una familia o preocuparse por ser felices antes que hacer felices a otros. A continuación enlistamos 10 cosas de las que puedes arrepentirte en un futuro, o de las que seguramente ya te están causando frustración:
1. Tatuarse:
Es frecuente que de los 16 a los 25 años decidamos hacernos algunos tatuajes… Las mujeres por lo general elijen diseños florales en la cadera, los hombres algo tribal en los bíceps y con los años se arrepienten. Es lógico que a esa edad tienes un cuerpo lindo, una piel bien hidratada y que no tomamos en cuenta (en caso de ser mujer) que un tatuaje en el estómago no lucirá igual después de un embarazo. Los hombres, por su parte, pueden elegir dibujos inspirados en algunos de sus músicos favoritos, tal es el caso de la “S” de Superman que lucía Bon Jovi. Por eso, antes de tatuarte, analiza bien el diseño y piensa en tú futuro, se supone que son de por vida, pero se pueden borrar con un proceso bastante largo y doloroso.
2. Empezar a fumar:
Cuando estás joven el vicio más común que elegimos es el tabaco. Todos pensamos que al fumar somos rebeldes y nos escondemos de nuestros padres cuando se nos ocurre prender uno. Sin embargo, cuando el cuerpo empieza a pasar factura al toser con mayor frecuencia, perder energía y brillo en la piel, así como también reducir el sentido del gusto y el olfato, abandonar la adicción cuesta demasiado... El tabaco produce tanta dependencia como la cocaína. Por eso, reincidir con un segundo cigarrillo cuando el primero resulta feo es una decisión que cuesta dejar atrás.
3. Dejar una carrera:
Cuando estás chavo no sabes bien a qué te quieres dedicar… A veces el ver llegar a tus papás tan cansados del trabajo, verlos estresados, desvelados y demás, nos hace poner en duda lo que queremos en el futuro; algunos deciden trabajar y estudiar para mantener esa carrera que saben que sus padres no pueden solventar, lo cual también resulta agotador. Cuando esto sucede, dejar la universidad es la primera opción que se cruza por la mente. Si uno decide “tirar la toalla”, en un futuro se dará cuenta que ya ni toalla habrá para tener bienestar. ¡No abandones la carrera!
4. Obsesionarse con un amor:



Dicen que el primer amor siempre estará presente. Ojo, hablamos de “primer amor” refiriéndonos a esa persona a la que amas por primera vez, no a tu novio de primaria. El mantener un vínculo afectivo con una persona que no te responde de la misma manera, luchar y poner toda la energía en esa persona puede parecer un desafío que con el tiempo se convertirá en tu peor pesadilla. Los enamorados olvidan que ninguna persona tiene derecho a hacer sufrir indiscriminadamente y elegir aferrarse a ese dolor es un gran obstáculo para el crecimiento personal.
5. Olvidarse de los amigos:
Cuando uno va formando una pareja más estable con alguien, la tendencia más común es pasar más tiempo con esa persona y ver menos a los amigos… Recuerda que los amigos siempre estarán para ti, tu pareja tal vez no. Una amistad requiere de ciertos cuidados, mantente presente con tus cuates; que sepan que pueden contar contigo.
6. Fotos o videos porno, cachondos y demás…
Este punto es más común de lo que parece… Muchas veces por amor accedemos a hacer cosas que en el momento no pensamos en qué nos afectarán. Cuidado con esa foto en aquel hotel, con ese video apasionado en ese primer viaje que hicieron juntos. Si la relación termina mal y tu pareja es vengativa, no dudes que ese video pueda terminar en algún portal, más ahora que las redes sociales permiten hacerlo con facilidad.
7. No comprarte eso que te gustó por ahorrar:
Cuando empezamos a trabajar por lo general ganamos muy poquito, pero ese poquito de dinero lo invertimos muchas veces en otras personas: mamá, novio, amigo o amiga favorita, en todos menos en ti mismo. Debes tener en cuenta que va a llegar ese punto en tu vida en el que ya no te puedas comprar ese videojuego que tanto quieres o ese vestido de la marca tal que tanto te gustó. No te limites en darte de vez en cuando un gustito. Consiéntete.
8. Apostar todo en un proyecto:
¿Cuántas veces has hablado con algún amigo sobre armar un negocio? El querer mejorar nuestra economía muchas veces nos lleva a ser impulsivos y apostar nuestro guardadito en algo que no sabemos si funcionará. Es un riesgo que debes tomar. Solo fíjate bien con quien haces el negocio y si lo que planean hacer es rentable; muchos se arrepienten de no haber estado atentos a otras opciones que seguro se presentaron en el camino.
9. Haberte perdido ese concierto:
Ya cuando tienes otro tipo de compromisos destinas tu efectivo a cosas que te resultarán más útiles, por lo que los conciertos, al menos muchos de ellos, quedan descartados. Si viene una banda que realmente te guste, una banda que tienes curiosidad de ver en vivo o algo por el estilo, no importa que te quedes un mes sin comprarte ropa, ve a verlos y disfruta del evento… Nunca se sabe cuándo se separarán y si pudo haber sido la última vez que los vieras juntos sobre el escenario.
10. Acostumbrarse a la incomodidad:
No hay nada peor que hacer algo que no te guste. Si trabajas en algo que no te hace feliz, ¿Qué sigues haciendo allí? Muchos suelen acostumbrarse a las situaciones incómodas con tal de estar en su zona de confort y se justifican con frases como “no queda otra”. Evita a toda costa este tipo de actitud, a la larga, te volverás un amargado y serás el candidato perfecto para el arrepentimiento.
Con información de Ehowenespanol.