De acuerdo con un estudio publicado en la revista Current Biology, realizado por un grupo de científicos, descubrieron que las nuestros antepasados dormían menos de ocho horas diarias, pero dormían mejor que las personas en la actualidad.
Para llegar a tal conclusión los investigadores observaron a unas 100 personas que no tienen distracciones que tenemos en las grandes urbes, es decir, tres sociedades preindustriales actuales de África y Bolivia.
Estas sociedades no tienen distracciones de la luz eléctrica, de los smartphones ni muchos menos tienen la necesidad de no dormir por ver una serie de televisión toda la noche.
Los científicos descubrieron que los grupos pese a las distancias geográficas y culturales, había un patrón: estaban relativamente sanos y solo dormían en promedio 6.4 horas al día (dormían entre 5.7 y 7.1 horas por noche) y dormían una hora más en invierno.
Por ejemplo los hazda, un pueblo del norte de Tanzania; los tsimane, de Bolivia, y los san, de Namibia, que son los que ayudaron a los científicos a hacer el estudio, desmintieron todo los relacionado con los patrones de sueño, esto pueblos casi nunca duermen la siesta, no tienen un horario para dormir una vez que se ha acabado la luz.
Pese a ello, estos individuos no padecen de insomnio, de hecho ese concepto no existe en el idioma de estos pueblos, en contraste, en la grandes urbes pese a tener todas las comodidades, somos muy malos para dormir.
Dichos pueblos son sanos en general, tienen menos problemas de hipertensión, y obesidad, además de tener una buena condición física.
De acuerdo con los investigadores, este estudio alivia la presión de las personas que sienten que no duermen las suficientes horas, algo que puede ser contraproducente ya que las personas que sufren de esto, les suelen recetar fármacos para dormir cuando tal vez no se necesiten.
Con información de Expansión