"Legalmente, ya soy un hombre", dijo Lucas el día que le entregaron el documento donde oficialmente dejaba de ser Natalia. Su hermano Mateo también cambiaría de identidad poco tiempo después.
Y aunque nunca tuvieron que confesárselo, pues ambos sabían que habían nacido en el cuerpo equivocado, hoy los licenciados en Relaciones Laborales hacen pública su historia con el fin de normalizar la transexualidad.
"Con cinco años le dije a mi madre: soy un niño", cuenta Mateo, que inició su transición en 2013 y hoy, a sus 29 años, por fin luce como lo que realmente es. La transformación se documentó en YouTube durante un clip en el que primero se exponen como mujeres.
Pero no todo fue fácil, pues la psicóloga creía que al ser gemelos, uno podía influir sobre el otro para definir su identidad de género. Debieron continuar el tratamiento en una clínica privada donde se sometieron a una cirugía de pecho y ahora están en espera de una histerectomía.
Con respecto al qué dirán, están dispuestos a educar y enseñar a la gente a que se abra a otros horizontes. "Nuestros padres no nos hicieron fiesta, pero ahora están felices por nosotros", narra Lucas.