La goleada comienza a tomar forma y Brasil marcó el cuarto gol en el Maracaná para dejar sin posibilidad de reacción a Honduras en las semifinales.

Después de un cobro de tiro de esquina por el costado de la izquierda, el balón fue directo al corazón del área y Marquinhos llegó completamente solo, recibió el esférico, se le quedó atrás y recompuso para mandar el balón al fondo de las redes.