El Real empató este domingo y la Liga empieza a quedarle lejos. El portugués no logra llegar al nivel superlativo de otros tiempos para sacar al equipo del pozo y es víctima de cuestionamientos, ya que es más protagonista por agresiones impunes que por sus goles . 

Una semana después de haber pateado a Nacho Cases cuando el partido contra el Sporting de Gijón ya estaba decidido por goleada, el jugador portugués volvió a caer en la tentación de una nueva agresión a un contrario y se fue una vez más impune. Golpeó sin balón por detrás al lateral derecho del Betis, Molinero, después de que este se interpusiera en su camino para cortarle la progresión hacia el área en un contraataque blanco en el minuto 56, acciones que reflejan el mal momento futbolístico del crack portugués.