Mírate, por Dios, escúchate<br>¡Qué horror, ya cállate!<br>Que tus libretos ya no sirven conmigo<br>Yo no sé, quién te haya dicho que<br>Tu estrategia funciona, no no, alguien sálveme<br>
Paty Cantú
Cállate<br>Abre paso al silencio<br>Ha llegado el momento de aceptar<br>Que nada queda por salvar<br>Tan solo mírame<br>Se acabó nuestro tiempo<br>Pero al menos podemos terminar<br>Sin más dolor que lamentar<br>Sin más excusas que buscar<br>A quien culpar<br>Cállate<br>
Leonel García
El mismo quien hoy exige respeto a la investidura presidencial hace no tantos años le espetó al entonces presidente botudo y bigotón, Vicente Fox, el “cállate chachalaca”, pues no dejaba de hacer comentarios sobre la política y elecciones de aquel 2006. Algunos —si bien pocos— consideran que esa falta de respeto fue lo que terminó por costarle en las urnas el triunfo a AMLO.
Ahora, siendo presidente de la República, el primer mandatario ha olvidado que debería callar muchas cosas ante las elecciones del 2021 y que alguien seguramente también le dirá “cállate ganso cansado” o le aplicará la de ‘por la boca muere el pez’, en este caso el peje.
Lo mejor que López Obrador podría hacer hoy en día sería guardar silencio y ponerse un cubrebocas, no solo por el covid (si bien ayudaría muchísimo para dar ejemplo a una nación), también para poner un alto a la verborrea que acusa.
Pero, antes de ello, debe aclarar ciertos actos de nepotismo, corrupción y de enorme ineptitud que rondan a la otrora limpia y casta 4T.
Imposible olvidar aquel: “el presidente está al tanto de todos los negocios jugosos que se hacen en la administración pública”, obviamente dicho por López Obrador refiriéndose en esa ocasión a Enrique Peña Nieto. Sería interesante saber ahora cómo es posible que no se entera de los transas y corruptelas que han aumentado en su administración. Ya no se diga de los negocios ingentes de su prima Felipa Obrador con Pemex. Ahí sí el mandatario no dice ‘ni Pío’, no vaya a ser que resulte que su hermano también buscaba sobres con dinero en la hoy quebrada petrolera...
Lo cual conlleva a advertir que las mañaneras, además de púlpito de la ética y de los ‘otros datos’, también funge ahora como ministerio público, fiscalía, juzgados y todo junto... ¿Para qué hacer las aclaraciones, diligencias e investigaciones en las dependencias correspondientes si se tiene la palestra ideal para flagelar a todos los que señalan las inconsistencias y yerros de la 4T?
¿Dónde quedó aquel Andrés Manuel López Obrador que dijo que él solo se haría cargo de su pequeño hijo y que no permitiría ni amiguismos, nepotismos ni negocios de familia? Porque su hermano Pío no solo fue exculpado de una forma por demás increíble, sino que este también se dio el lujo de acusar al mensajero (Carlos Loret de Mola) de enseñar las pruebas de cuando recibió enormes cantidades de dinero ilegal. Vamos, ¡un mundo al revés! Y claro que en ningún momento Pío López Obrador devolvió el dinero, avisó al SAT o al INE del mismo. Solo sabemos que la UIF comandada por Santiago Nieto dijo que no hay nada que perseguir.
Seguramente en la mañanera del lunes, López Obrador dirá que su prima Felipa solo tiene el pecado de llamarse como el expresidente Calderón, y que si se cambia el nombre quedará todo solucionado y nadie podrá decir... nada.
Si de esto último va a hacer un circo, ojalá en ese espacio finalmente tome con seriedad la pandemia y explique la ineptitud mostrada por su consentido, el doctor Hugo López-Gatell, quien ha logrando que nuestro país sea de los peores en su estrategia planteada para enfrentar al covid. O el porqué, mismo antes de la pandemia, la economía de México no creció y se tuvo una mayor tasa de desempleo.
No basta que el presidente AMLO recapacitó —claro, luego de dejar pasar 10 meses y casi 110 mil muertes—, y hoy muestre algo de congruencia y nos diga que tomemos en serio la crisis sanitaria. Tendría que explicar también, en términos de salud, el que el abasto y distribución de las medicinas pasó de ser lento y corrupto a inexistente y mortal (además de corrupto), pues al carecer de las soluciones necesarias, los enfermos oncológicos y otros tantos solo enfrentan la muerte.
Si tanto quiere cacaraquear en la tribuna mañanera, sería bueno que en realidad empiecen a existir hechos y acciones fehacientes por parte de su administración que ayuden al país en su conjunto y no solo a sus amigos y/o familiares.
Si de verdad quiere respeto para la investidura presidencial, particularmente de cara a la tragedia por el covid que estamos viviendo, él debe ser el primero en brindárselo poniéndose el cubrebocas. Sin embargo, antes debe responder a: ¿Y Felipa?, porque de eso no hemos oído ni Pío.