“Los fanáticos tienen sus ensueños, con los que forjan un paraíso para su secta.”<br>

John Keats

Rosa Icela Rodríguez, secretaria federal de Seguridad, “en cumplimiento a la instrucción presidencial” (así dice la nota informativa expedida por dicha dependencia, no lo digo yo) atendió en sus oficinas al rumano Florián Tudor. Este está siendo investigado por las autoridades financieras del país en calidad de posible líder de una banda criminal que opera en la región de Cancún.

En la mañanera de ayer de Palacio Nacional, la funcionaria puntualizó: “tratamos a Tudor como a cualquier otro ciudadano”. ¿Como a cualquier otro ciudadano?, me pregunto. Sí... por instrucción presidencial.

No nos hagamos. No cualquier ciudadano es recibido por la titular de Seguridad, así sea solo para darle fecha de audiencia ante la Unidad de Inteligencia Financiera, comandada por Santiago Nieto.

No es peccata minuta esta deferencia para quien es acusado de coordinar acciones de clonación y extorsión mediante tarjetas de crédito, así como trata de personas. Sí, ¡incluyendo a menores de edad!

Pero es lo que sucede en la 4T: a los acusados de alguna actividad delincuencial se les atiende rápidamente y hasta se les conceden privilegios en el trato; a los abogados corporativos que tramitan amparos en favor de empresas extranjeras, se les tacha de traidores a la patria.

Claro, mientras tanto —y de nuevo por instrucción presidencial—, la misma dependencia presentó un plan para “proteger” a los candidatos durante el proceso electoral en curso. Valdrá la pena ver si con dicho plan se les brinda la misma atención que al rumano, o bien, los afectados tendrán que esperar para poder ser atendidos —o acusados, sobre todo si se trata de los candidatos de oposición...

La neta, como dicen los chavos, es que esto es una burla: fingen cuidar a los contendientes electorales y al mismo tiempo les dan trato VIP a los criminales que, entre otras cosas, atentan contra candidatos y procesos comiciales en varios estados de la República.

Pero el colmo del paroxismo, aunque usted no lo crea, no está allí. Radica en que, no importando la gravedad de las acusaciones que penden sobre un miembro o abanderado de Morena, al mismo se le mantiene en sus puesto. Más que movimiento político, Morena se va asemejando a una secta. Una donde todo se perdona, siempre y cuando se pertenezca a la misma.

¿No me creen? Veamos: uno puede tener más de 20 casas, basta decir que se es honesto y eso sirve. O bien conducir un programa subvencionado por el CONACYT para espiar a la oposición y esta se maquilla como investigación. Ser acusado en distintos momentos y por cinco mujeres diferentes de ser un violador y abusador, pero afianzarse como candidato, sin siquiera mediar investigación.

Las últimas: ser presidente del partido, esto es, de Morena, haber sido reclutado por la —esa sí secta comprobada— NXIVM, haber formado parte de la Sociedad de Protectores de esta agrupación, y “excusarse” diciendo que los depósitos y financiamientos por él realizados a esta causa fueron producto... ¡de un engaño! O ser candidata del estado más regio del país, Nuevo León, haber alcanzado el grado de reclutadora para Keith Raniere, pero eso sí, permitirle lavar cara presentando un “comité médico” para atender consecuencias del coronavirus en la entidad...

Quizá las “consecuencias” finalmente terminen siendo otras. Ojalá. ¿Ya vieron los resultados de la encuesta para NL dados a conocer hoy por el diario El Norte? Adrián de la Garza le pisa los talones a Clara Luz Flores; esta era antes imbatible.

Y la secta continuará su andar —y no me refiero a NXIVM. Seguramente en la mañanera escucharemos una defensa anodina de un posible violador, de un cónsul cesado —Darío Alberto Bernal Acero—, y de miembros de una secta donde hay depravados, reclutadoras y nuevas modalidades de esclavitud. Y obviamente los “culpables” serán otros; de preferencia los periodistas que han hecho las investigaciones al respecto.

Si la secretaria de Seguridad federal diseña adecuadamente el plan para atender a los candidatos en las elecciones víctimas del crimen, encontrará que algunos posibles criminales se encuentran dentro la propia Cuarta Transformación...

Pero de antemano sabemos que eso no ocurrirá. Hemos sido testigos de que López Obrador no se retracta ni retira su apoyo a pesar de que la evidencia le escupe en la cara. Siempre tendrá otros datos para ocultar la ineptitud, transas o problemas de su equipo.

Félix Salgado Macedonio ha sido defendido diciendo que el feminismo del mundo mundial es una campaña en su contra, orquestada por la prensa nacional e internacional.

En Palacio se perdona de antemano a posibles violadores, eso está claro. Pero ¿ahora también podrá perdonar a los seguidores del hijo del innombrable?, ¿del neoliberalismo más puro? ¿O dirá que Salinas de Gortari, además de ser el padre del neoliberalismo, hipnotizó a Mario Delgado y Clara Luz Flores para que participaran en NXIVM?

Tristemente no solo no van a retirar los apoyos a estas personas para que procedan investigaciones reales y adecuadas de sus actos, sino que muchos de ellos ganarán en las elecciones este 6 de junio. Continuaremos siendo en lo federal —y ahora en lo local— un país gobernado por miembros de un partido que opera ‘en modo secta’.