¿Cuál es el colmo de un ganso?<br>Perder el juego de la oca.<br> <br>¿Cuál es el colmo de AMLO?<br>Que su sucesor sea del ITAM.<br>

La carrera presidencial del 2024 inició tan pronto Andrés Manuel tomó posesión el 1° de diciembre de 2018. Hasta ahora, muchos analistas y futurólogos han insistido que solo hay tres posibles contendientes: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Alfonso Durazo; pero tal vez no son los únicos.

Por todos es sabido que los egresados del ITAM no somos los más queridos en la 4T. De igual forma, los itamitas podemos estar agradecidos que ninguno de nuestros ilustres (ex)presidentes sea egresado del ITAM. ¡Menuda vergüenza que Fox, Calderón, EPN o AMLO fueran licenciados provenientes de ese Instituto!

Los presidentes de México son egresados de la UNAM (el mayor número), del IPN (Zedillo), de la Libre de Derecho (Calderón), de la Ibero (Fox), de la Universidad Panamericana (EPN). Ni el ITAM ni el TEC han logrado la distinción de llegar a la presidencia. A dos ex-a-Tec los mataron (Luis Donaldo Colosio y Manuel Maquío Clouthier) y el único candidato ex-ITAM quedó en tercer lugar de la contienda (José Antonio Meade); resultados debidos a no otra cosa más que al PRI.

Las últimas décadas, los egresados del ITAM ocuparon importantes posiciones dentro del gobierno federal, lo cual prácticamente desapareció con este nuevo gobierno. Se esfumó la presencia de los itamitas, pero también el poderío de Hacienda, antes siempre ocupado por los cuadros del ITAM. Hoy, muchos malabares hace Arturo Herrera para ser consecuente con los caprichos de AMLO sin generar déficits espeluznantes.

Pero el hecho es que la tendencia antes descrita la rompe Zoé Robledo, el niño estrella de la 4T; y niño porque, con 41 años encima, se encuentra muy por debajo de la edad promedio de los integrantes del gabinete de Andrés Manuel.

En la carrera presidencial, a los contendientes “naturales” los puede rebasar Zoé —ya sea por la izquierda o por la derecha— y dejarlos mucho muy atrás. Por lo pronto es comentado en Palacio que Robledo tiene a todos maravillados, incluido a López Obrador.

Así, el colmo de la Cuarta Transformación: la herencia histórica del presidente López Obrador en manos de uno con formación neoliberal. La propuesta es tan disruptiva como es el hecho de que un itamita tenga una de las posiciones de mayor confianza en el gabinete de Andrés Manuel y se le vea siempre tan cerca de él en todas las giras presidenciales.

Zoé pasó de ser subsecretario de Gobernación a detentar una posición clave y máxime en estos días, cuando el sector salud es uno de los más sensibles, tanto por las políticas establecidas, como por la velada amenaza del Coronavirus.

La mejor forma de pertenecer al exclusivo club de los posibles contendientes será realizando una magnífica labor que mantenga al IMSS a flote. No es enchílame otra, definitivamente. El tamaño de la institución, a los millones que ofrece servicios, los otros millones quienes trabajan ahí. Las peticiones de atención inmediata, el surtir medicamentos, etc. Si lo logra, no solo tendrá entrada al juego de los posibles candidatos, sino que todos los asegurados votarían por él.

Pero Zoé también deberá aprender mucho del caso Meade, esto es: retomar la solidez, la honestidad, la sencillez y la delicadeza del segundo; dándole un giro de preocupación social y de izquierda en Morena. ¡Menuda tarea!