Hace 30 años decía mi amigo Maquio, “en México hay dos tipos de mexicanos nomás, aquellos que luchamos y ponemos todo nuestro empeño y nos preocupamos y nos ocupamos en sacar al país adelante y aquellos que se van a donde les dan tortibonos”.
Manuel de Jesús Clouthier del Rincón Realizó sus estudios profesionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, en donde se tituló de Ingeniero Agrónomo Fitotecnista en 1957. Su carrera inició como empresario, después presidiendo diversos órganos empresariales a nivel nacional entre ellos la Confederación Patronal de la República Mexicana y el Consejo Coordinador Empresarial.
Maquio le vino a dar nuevos bríos al Partido Acción Nacional, sacándolo del letargo en el que ahondaba con el famoso adoctrinamiento como si fuéramos testigos de Jehová para ir tocando puerta por puerta, para dar entrada al pragmatismo, simples maneras de llegar al pueblo y ofertarse como alternativa de gobierno, permitiendo la inclusión de los llamados neo panistas. Fue en 1988 estando en la cena de navidad del Partido Acción Nacional en el salón Riviera cuando la gente que estábamos ahí reunidos pedimos que Maquio hablara, el acto protocolario estaba puesto para el presidente del PAN DF organizador del evento y el presidente nacional del CEN del PAN, ante la insistencia de los asistentes Maquio se paró a decir unas palabras, entre tantas palabras motivacionales dice: “Sigamos en la lucha, cada quien en su trinchera, hay muchos generales y necesitamos más soldados, así es que mis amigos, menos Maquio y más PAN”, nos paramos a aplaudirle y a tomarnos la selfie, bueno en aquel entonces no había selfie.
Ahora resulta que su hija, Tatiana Clouthier del Rincón le va a levantar la mano a López Obrador, un “flojazo” de primera que toda su vida se ha dedicado a extorsionar organismos electorales, ahora resulta que la hija de Maquio va a apoyar a una maestra que aparte de distinguirse por corrupta roba salarios, se distingue por hablar con faltas de ortografía digamos que es “maistra”., habrá que recordarle cómo apreciaban los trabajadores a su papá quien sobre todo les respetaba sus salarios. Qué penosa decisión la de Tatiana quien en su vida política no ha podido abrir los espacios para su desempeño político, intento con Manuel Espino fundar una iglesia “volver a empezar”, su desempeño no ha sido relevante, rompió con Acción Nacional al no estar de acuerdo con los dirigentes. Siempre he pensado que Acción Nacional no somos ni tú ni yo, Acción Nacional es una forma de vida, como dijo Maquio, menos Maquio y más PAN.
En el caso de Tatiana no solo creo que debería de defender la doctrina de Acción Nacional, si no defender los ideales de su papá, yo no la vi en Bellas Artes cuando Maquio se enfrentó al equipo de seguridad de Miguel de la Madrid en el momento que lo encañonaron, yo estaba ahí, Maquio con todo respeto parecía una bola de boliche conforme avanzaba iba derribando a quien se le ponía enfrente o simple jugador de futbol americanos como así lo fue, no lo podían detener, así como tampoco vi a Cárdenas o a López Obrador haber hecho frente en alguna ocasión a algún presidente como Maquio lo hizo, como nunca fue derrotado porque nunca dejó de luchar.
Ahora sí Maquio fue derrotado y por su propia hija, dejar a los muertos con los muertos y a los vivos con los vivos, ¿será que Tatiana ya estaba muerta y ahora está viva por irse con un vivales? Qué pena que Tatiana se arrime con lo antagónico de su papá, de lo que representa su papá, tal vez para ella representó, para mí para muchos sigue representando un ejemplo de lucha del día a día. Maquio nos hizo marchar al zócalo capitalino con las manos en alto en señal de no violencia, pero Tatiana se va con el más violento. Nunca vi a Maquio boicotear pozos petroleros o tierras de cultivo a pesar de que le quisieron expropiar sus tierras.
Hay ocasiones en la vida en que el papel del hijo es brillar bajo el apellido de la familia y no por el alto contenido de frustración llevarse el apellido entre las patas, podrá ser cierto que a la familia Clouthier no le han hecho justicia los dirigentes del partido, pero los dirigentes no son doctrina, Maquio sí es doctrina.
Don Julio, hablemos de Maquio.