El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene un excelente aliado desde el Senado que ha trabajado con responsabilidad y en apego estricto al proyecto de Nación del mandatario, y de todas las promesas de campaña que, en su momento, motivaron a la inmensa mayoría de mexicanos que dimos nuestro voto de confianza a la apertura de una democratización del país en distintos rubros.

Por ello es por lo que la mayoría de la población sigue mostrando su apoyo incondicional a todos los personajes que, durante el primer tercio del gobierno del presidente Obrador, han demostrado lealtad. Uno de esos frentes de batalla ardua ha sido el bloque de legisladores de Morena en el Senado de la República: epicentro de los grandes cambios sociales impulsados por su máximo referente, Andrés Manuel. 

En esa coyuntura, es evidente que el gran mérito de los trabajos intensos es obra de compromiso de cada uno de los senadores de Morena que adquirieron desde un principio con el pueblo de México. Por esa sencilla razón, hace unas horas se materializó una de las grandes tareas del Lopezobradorismo en materia de procuración de justicia. Por fin, se aprobó la modificación de reformas a los artículos 108 y 111 de la constitución para que los legisladores puedan ser imputados por traición a la patria, hechos de corrupción, delitos electorales y todo aquel esquema que con frecuencia se considere ilícito e incumpla la norma que establece el máximo órgano de regulación de nuestro país.

Se terminó por fin el fuero presidencial.

Habrá justicia política. Quién haya violado las garantías y la soberanía del territorio no se cobijará más bajo el amparo del poder. De hecho, las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda aprobaron el Dictamen que adiciona un tercer párrafo al artículo 108 de la Constitución Política de las Estados Unidos Mexicanos. Es un gran avance. Se terminó el flagelo que ilustró un sinfín de episodios de ignominia y exacerbación.

Eso, por años, constituyó un enorme lastre en nuestro territorio. Mientras tanto, millones de mexicanos coincidimos que, el nuevo dictamen, abrirá un marco jurídico dotado de instrumentos y mecanismos que castigará actos de corrupción en la clase política. De hecho, durante esta fase que Morena ha podido avanzar en temas sustanciales, la misma sociedad ha manifestado en distintos ejercicios que debe haber más eficiencia y castigo en las acusaciones que se han presentado.

Se abrió un nuevo capítulo en la historia de México. Asimismo, la mayoría de senadores de Morena y la comisión de puntos constitucionales, así como de estudios legislativos, dieron un paso para devolver la confianza a la sociedad a través de una justicia congruente y equilibrada, sin distinción, ni prejuicios. Hasta ahora, el proyecto de la cuarta transformación ha demostrado defender e inclinarse por las causas que el pueblo padeció injustamente en el momento que observó sin escrúpulos abusar de la autoridad a mansalva.

Hoy en un día histórico. 

Se recordará el paso importante que dio el Senado de la República. Asimismo, se avanzó progresivamente, pero sobretodo, llegó el tiempo de erradicar aquellos episodios de traición a la patria, hechos de corrupción y delitos electorales: un lastre que acumuló nuestro país por décadas.

La congruencia fue realmente capaz de caminar bajo el tránsito de la democracia. Morena ha dado un paso sustancial. 

Avanzó la cuarta transformación.

De nuevo el Senado demostró congruencia. La mayoría de Morena, como siempre, dio la cara por México y las causas del pueblo.