Objetividad periodística
SDP Noticias, propiedad en un 50% de los señores Arreola y en un 50% de Televisa, hizo la nota al respecto de la denuncia de TV Azteca:
“El comentarista deportivo de TV Azteca, Christian Martinoli, denunció —en plena transmisión del México vs Corea del Sur— un supuesto ‘bloqueo’ a su señal en algunos sistemas de cable. Durante el medio tiempo del duelo que el Tri ganó en la Rostov Arena, Martinoli aprovechó para aclarar a televidentes que las fallas reportadas por algunos usuarios de redes sociales no son responsabilidad de la empresa”.
La denuncia del señor Martinoli iba dirigida, obviamente, no a “algunos sistemas de cable”, sino a Televisa, propietaria de la mayor empresa cablera de México.
Desde el punto de vista que quiera vérsele, SDP Noticias (50% propiedad de Televisa, hay que subrayarlo) ofreció una lección de objetividad periodística: dio cabida en sus páginas a una denuncia contra uno de sus socios.
SDP Noticias lo hizo simple y sencillamente porque Christian Martinoli es un periodista deportivo respetable, aunque esta vez no presentó ninguna prueba acerca de sus dichos. Daba igual, Martinoli lo dijo y merecía una nota.
Pero a final de cuentas, el que perdió fue Christian Martinoli, pues quedó (como veremos más adelante) como un mal perdedor y arrastró a ese abismo a toda la empresa en la que trabaja.
Por cierto, no fueron muchos los medios mexicanos los que dieron cabida en sus espacios a la denuncia de Martinoli. Celebro que SDP Noticias lo hiciera.
Frivolidad periodística
1. La de Álvaro Cueva, columnista de Milenio y colaborador de TV Azteca, que sin mayor investigación dio por buena la versión de la televisora en la que presta sus servicios y, de esa manera, en su columna de este lunes en el diario del regiomontano Pancho González exigió que el supuesto bloqueo lo investigue no solo la PROFECO, sino hasta la Secretaría de Gobernación. ¿Es en serio?
2. Frivolidad también de la propia TV Azteca, que hoy lunes durante todo el día difundió cintillos durante sus programas invitando a la gente a denunciar el bloqueo de su señal mundialista en los sistemas de cable.
Demasiado ruido basado en nada porque, es la verdad, más allá de sus propias afirmaciones, TV Azteca no presentó ninguna prueba de que, en efecto, se le haya bloqueado.
Por propia experiencia
A mí, en lo personal me consta que no hubo bloqueo. Es decir, si yo vi por momentos el juego México-Corea en TV Azteca —lo vi también en Televisa: me encanta cambiar de canal en los grandes acontecimientos—, entonces significa que al menos en el sistema de cable de la Ciudad de México, que es el que tengo contratado, nadie bloqueo a la empresa del señor Ricardo Salinas Pliego. Digo, nomás faltaba que la cablera haya bloqueado a la televisora del Ajusco en todas las casas con cable excepto en la mía.
Para las redes no hubo bloqueo
La prueba más fuerte —la considero irrefutable— de que no existió el bloqueo denunciado por Martinoli está en que prácticamente nadie hizo escándalo por ello en Facebook, Twitter y WhatsApp, cuyos usuarios son tan sensibles a estas cosas.
Son millones los hogares mexicanos con sistemas de cable. TV Azteca es una televisora que se ve bastante. Si hubiera habido algo como lo comentado por Martinoli, el escándalo en redes habría sido enorme. Pero, la verdad de las cosas, es que nadie dijo nada; simple y sencillamente porque en realidad no pasó nada.
Ya salió el peine
Acabo de leer en SDP Noticias que la transmisión del México-Corea por Televisa superó en un 20% la audiencia del mismo juego por TV Azteca.
En todos los juegos del Mundial, Televisa ha superado en rating a Azteca, de ahí que suena a excusa de mal perdedor la denuncia de la televisora de Salinas Pliego de que la bloquearon en cable.
¿Por qué Televisa gana ahora a TV Azteca en el Mundial?
Una de las razones del actual éxito de la televisora de Emilio Azcárraga es que sus comentaristas no se han puesto a inventar excusas bobas cuando han sido superados por los de TV Azteca. Hay en ello una lección que debe ser bien entendida.
Si quieren volver a ganar, los señores Christian Martinoli y Luis García tendrán que dejar de ser malos perdedores, esto es, deberán empezar a aceptar sus derrotas.
En vez de chillar porque han perdido rating deberían hacer lo que hacen los grandes triunfadores cuando son superados: llamar a quienes los han derrotado para felicitarlos.
Sería caballeroso y digno de aplauso que Martinoli y García felicitaran en público a los comentaristas de Televisa Luis Omar Tapia y Enrique El Perro Bermúdez de la Serna. ¿Es demasiado pedir?