Para esta justa mundialista la selección nacional mexicana realizó un muchísimo mejor trabajo de preparación en todos aspectos, habida cuenta de que en la liga local el profesionalismo se había ya arraigado, se tuvo una muy larga y adecuada concentración y partidos de preparación mucho más óptimos que en procesos anteriores; una muy provechosa gira por Europa, contra rivales de mucha categoría, como Holanda (1 - 1), Checoslovaquia (1 - 2), Inglaterra, en el estadio de Wembley, con un resultado adverso y penoso de 8 goles a 0, y para finalizar dicho periplo, contra Noruega (1 - 1).

La eliminatoria, una vez más habría sido casi de mero trámite, a no ser que para esa edición la máxima autoridad del futbol mundial decidió una suerte de repesca, contra una selección de Sudamérica, que en este caso fue Paraguay, a visita recíproca, en la Ciudad de México en el estadio de la Ciudad de los Deportes (el que recién será demolido y conocido los últimos años como el "AZUL") el resultado fue favorable a México por (1 - 0) con gol de Chava Reyes; en Paraguay, el resultado fue de un empate sin goles, con lo que la selección mexicana ganaba su pase al mundial andino.

Antes del mundial, todavía se viajó a Argentina, donde en el estadio "Monumental" de Buenos Aires, México perdió en juego amistoso por la mínima diferencia contra la siempre poderosa Argentina, y al regreso a México y antes de partir ya rumbo a Chile se disputó un último partido amistoso de preparación, esta vez contra País de Gales, el cual ganó el tricolor por dos goles contra uno. La delegación era encabezada por el mítico dirigente Guillermo Cañedo de la Bárcena, mismo que fue clave para que después se jugaran en nuestro país dos mundiales, acaso los más espectaculares de la historia hasta el momento (1970 y 1986), de las novedades en cuanto a futbolistas iban Alfredo del Águila, Chaires, Del Muro, Sepúlveda, "Campeón" Hernández, Mario Velarde, Antonio Jasso y "El Gallo" Jáuregui, todos bajo la dirección de Don Nacho Trelles.

El grupo de México tocó en Viña del Mar, y tocó en lo que hoy se llamaría "el de la muerte", junto al Campeón defensor (Brasil) y el que a la postre fue lo fue de nuevo en ese certamen, España y Checoslovaquia, quien resultó ser subcampeón del mismo. El primer partido, contra los brasileños, mismo que fue en los hechos, el inaugural (así como tocó a México, hasta entonces, hacerlo en 1930, 1934, 1950 y 1958).

México jugó muy bien, tanto que el primer tiempo terminó en empate sin goles, sin embargo para la parte complementaria el mejor jugador del planeta por entonces, Pele, salió más que inspirado, y con un centro del mismo con gol de Mario Zagallo, y otra jugada magistral del mismo "Rey", Edson Arantes do Nacimento firmada por él, selló el marcador final, adverso por dos a cero.

El segundo compromiso, en el estadio Sauzalito, fue contra la España de Gento, Puskas y Santamaría (que llevaba, pero lesionado, también al mítico Alfredo Di Steffano), México conservó un empate a cero hasta faltando un minuto, cuando México atacaba y en un corner cobrado por Del Águila, rechazó la defensa ibérica, llegando el balón a Gento, quien avanzó rápidamente hasta mandar un centro, fatalmente peinado por la defensa azteca, para que Peiro rematara e hiciera la agónica y trágica anotación; terminó entonces el partido y muchos de los mexicanos salieron envueltos en llanto hacia los vestidores, había sido una derrota con una fuerte dosis de mala fortuna, pero por completo legítima.

El tercer partido del grupo tocaba contra Checoslovaquia, quien ya estaba calificada, por lo que el equipo mexicano pensó que jugarían con los suplentes, pero no fue así, ellos salieron con su cuadro titular, y aunque comenzaron ganando, con un gol tempranero, de esos que hoy se conocen como "de vestidor", la selección mexicana no se arredró, y desplego su mejor futbol, y Alfredo del Águila, Isidoro Díaz y Héctor Hernández (de penal) anotaron los tres goles con los que México por fin, y después de tantos años de anhelarlo, conseguía su primera victoria en un campeonato mundial, hecho que supuso otro pequeño, pero gran paso para el futbol mexicano.