El trabajo del columnista en un medio de comunicación —por lo regular periódicos impresos o digitales—, consiste, básicamente, en escribir algunas líneas sobre algún tema o personaje de interés público, generalmente temas relacionados con la política, esgrimir una opinión —inevitablemente tendenciosa— y arrojarle flores a algún personaje o bien vilipendiarlo con una diatriba fúrica.
Así funciona en la mayoría de los diarios de México. Es lamentable que las personas que dan la cara para presuntamente informar al pueblo de México sobre las noticias más relevantes del país sean, también, unos lamebotas o pertenezcan a la nómina oculta de algún partido político.
Columnistas como Ricardo Alemán, Pablo Hiriart, Yuriria Sierra, Federico Arreola, Ciro Gómez Leiva, Joaquín López Dóriga, etc. —quienes además de escribir columnas tendenciosas muestran su rostro en televisión u otros medios para supuestamente dar las noticias importantes— son personajes que gozan de un descrédito atroz. La mayoría de los mexicanos no los bajan de vendidos y muchos aseguran que han hecho parte de sus riquezas y patrimonios a base de escribir zalamerías a políticos y, principalmente, al gobierno.
Eso se dice de ellos en redes sociales y en las pláticas de escritorio. Yo no los acuso de eso. Yo no tengo pruebas. Pero me inclino a pensar que hay algo de verdad —quizá mucho de verdad— en lo que se dice en redes sociales.
Hoy don Federico Arreola, director de este espacio sdpnoticias.com publicó una columna titulada EPN, 20 meses: 27 reformas constitucionales, 32 nuevas leyes, 280 cambios a otras leyes, que básicamente se trata de un panegírico que raya en la zalamería y que está dirigido al presidente Enrique Peña Nieto.
Como esa ha escrito muchas otras columnas en las que arroja flores —gladiolas, lirios y rosas tan rojas como las patas de las palomas— al presidente de la república y también al Partido Revolucionario Institucional. Es fácil conocer la orientación política de don Federico simplemente leyendo sus columnas. Él mismo ha declarado en diversas ocasiones que es un hombre de derecha. Y sin duda, su zalamería al presidente y al PRI le ha costado que un sector importante de la sociedad no dé crédito alguno a las opiniones que escribe en sus columnas. “El ojos de huevo cocido (don Fede) es un vendido”, dicen muchos.
Para muestra su columna de hoy.[1]
Es lamentable, pero así funciona el periodismo, presuntamente crítico, en nuestro país. Mientras algunos lanzan lisonjas al gobierno y a los políticos cercanos a éste, otros escupen diatribas y ponzoñosos vilipendios a la oposición. Por ejemplo, Ricardo Alemán, Pablo Hiriart y Ciro Gómez, quienes se han hecho expertos y se han dedicado un día sí y otro también a pulverizar la imagen de Andrés Manuel López Obrador, el único personaje en la política mexicana que representa una verdadera oposición a las políticas sucias del gobierno de turno.
Enseguida, un par de ejemplos.
Este primer ejemplo está basado en la columna de don Federico Arreola de hoy.
Pocos pensaban en 2012 que el entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional, Enrique Peña Nieto, lograría un cambio verdadero en las oxidadas políticas mexicanas y que lograría reformar las leyes y la constitución misma para echar a andar el pesado engranaje que mueve al país y, por fin, éste comenzará a caminar hacia el progreso.
Hoy, después de 20 meses de arduo trabajo —un trabajo que se ha hecho con tesón, con convencimiento, con determinación, tomando en cuenta la opinión del pueblo, basándose en estudios de carácter social, histórico y hasta científico; pero sobre todo, un trabajo que se ha desarrollado con un profundo profesionalismo y un verdadero amor a México—, hoy, por fin, hemos vencido ese discurso nacionalista, demagógico, populista, y hemos vencido las trabas ideológicas para lograr la aprobación de las reformas que el país necesita.
Gracias a estas reformas, principalmente la reforma energética, México es hoy por hoy un país nuevo, un país con progreso, económicamente estable, con avance social, más igualitario, más equitativo, con mayor poder adquisitivo para todos; hoy, gracias a las reformas aprobadas en el senado, México se ha convertido en un excelente destino para los inversionistas, quienes han sido recibidos con los brazos abiertos y han generado más y mejores empleos. Hoy los mexicanos gozan de mejores salarios, de más prestaciones sociales; hoy se ha invertido el mayor presupuesto en toda la historia en educación, desarrollo sustentable, salud, seguridad y especialmente en ayuda a los que menos tienen.
Gracias a las reformas y al presidente Peña Nieto, hoy México es un país mejor.
Algo así escribiría uno de esos columnistas zalameros y lisonjeros.
Uno de esa misma ralea escribiría algo como lo siguiente en relación a López Obrador. Supongamos que está hablando sobre el nuevo partido MORENA.
El Instituto Nacional Electoral ha dado la bienvenida a los nuevos partidos políticos, que entraron en funciones a partir del pasado viernes 1° de agosto. Cada uno recibirá 31 millones 756,550 pesos.
Entre estos nuevos institutos políticos se encuentra el de MORENA, cuyo líder es el ex jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador.
Mucho se ha dicho al respecto de AMLO. Los comentarios que más se escuchan es que es un líder caudillista, con políticas estancadas en el siglo XIX y sobre todo que su partido es una fuente de trabajo para todos sus amigos y familiares.
El dos veces candidato a la presidencia de la república no ha podido explicar de dónde obtuvo fondos para hacer dos giras alrededor de todo el país, visitando todos y cada uno de sus municipios. Se ha dicho que la Asociación Civil Honestidad Valiente es la que ha patrocinado los viajes de AMLO y que los fondos que obtiene provienen de las donaciones del pueblo. Sin embargo, suena deshonesto e incongruente que una persona que utiliza como bandera política la austeridad, cobre 50 mil pesos mensuales —como él mismo ha indicado— de dinero que proviene precisamente del pueblo de México, mismo que él ha insistido se encuentra sumido en la pobreza.
Señor López: ¿Dónde está su congruencia? ¿Le parece correcto quitarle al pueblo, ese pueblo que usted mismo ha aseverado está sumido en la pobreza, 50 mil pesos cada mes?
Ahora que López Obrador recibirá cantidades millonarias del erario público, debe el INE auditar con rigor todos y cada uno de los egresos de MORENA y así evitar que ese dinero que perteneció al pueblo de México termine desviado o en los bolsillos personales de los caudillos que conforman este nuevo partido político.
Lo anterior bien pudo haber sido escrito por Ciro Gómez, Yuririra Sierra o el buen don Federico.
Así funciona el negocio de las columnas políticas en México. Escribir a favor de alguien o en contra de otro. Pocos, muy pocos en verdad tienen como consigna ser objetivos e informar a las personas sobre lo que realmente está pasando en el universo político de México.
En fin, todo esto lo he escrito a raíz de que la columna de hoy de don Federico Arreola me ha parecido una verdadera y franca lamida de botas a Enrique Peña Nieto. ¿Quién en su sano juicio podría reconocer en el trabajo de Peña Nieto un trabajo bien hecho? Creo que nadie. Y sé con seguridad que mi opinión será compartida por decenas de miles en redes sociales y otros espacios.
PD: Agradezco a don Federico Arreola la oportunidad de publicar en sdpnoticias.com, sin embargo, debo decir a los lectores que un par de columnas mías no fueron publicadas porque presuntamente ofendían al gobierno de la república. Una de ellas se titulaba Diario de un anarquista y pretendía ser un trabajo de varias entregas en las que se narrara las vicisitudes de un anarquista que en 2012 participó en las marchas en contra de Enrique Peña Nieto. La otra columna que no fue publicada se titulaba Peña Nieto y Videgaray: ¡Son unos mentirosos!, en la que se reunían distintas fuentes en las que el presidente y el secretario aseguraban que el precio de la gasolina bajaría con la reforma energética, pero luego se presentaban otras fuentes de fecha más reciente en las que aseguraban que no bajaría el precio de la gasolina.
De manera que, a diferencia de lo que otros columnistas dicen —que todas sus columnas han sido publicadas y que agradecen a don Federico la apertura a todos los puntos de vista—, en SDP sí hay censura, o quizá una línea editorial. El punto es que sí existe un filtro. Alguien decide, quizá el mismo Federico, qué se publica y qué no.
[1] http://www.sdpnoticias.com/columnas/2014/08/04/epn-20-meses-27-reformas-constitucionales-32-nuevas-leyes-280-cambios-a-otras-leyes