Protocolos de seguridad que vulneran a las mujeres

Antes de dar vuelta a la página en torno a lo ocurrido en el contexto del Día Internacional de la Mujer conmemorado el pasado 8 de marzo, quedan temas para reflexionar que de ninguna manera pueden ser soslayados porque sí se registraron, porque sí son graves, y porque las autoridades deben corregir sus protocolos en manifestaciones antes de que, en próximas marchas, de cualquier tipo, se de paso a crear pánico entre los asistentes o generar situaciones que puedan derivar en hechos de sangre qué lamentar.

Por más que las autoridades capitalinas en materia de seguridad y la propia Claudia Sheinbaum intenten engañar y hacer creer que no hicieron lo que hicieron, decenas de videograbaciones muestran que se habrían empleado petardos, balas de pintura, algún tipo de explosivos, gas lacrimógeno, y polvo de extintores para intentar replegar a los manifestantes (porque tampoco se puede negar que del lado de los inconformes las féminas se hicieron acompañar por varones para emplear su fuerza tanto para elaborar artículos que usaban como armas y para atacar a policías).

Confrontaciones, abusos y detenciones en 8M

El pasado lunes, las redes sociales dieron amplia difusión de lo que ocurría al instante en las marchas; desde tiempo antes de que los contingentes arribaran al Zócalo capitalino, ya se podía conocer de confrontaciones, abusos y detenciones ilegales por parte de la policía capitalina.

De ahí que de inmediato se hiciera viral la noticia de que había francotiradores colocados en la azotea de Palacio Nacional. Y es que, si bien, después se pudo aclarar que los hombres instalados en la parte superior de Palacio no eran francotiradores sino elementos que portaban rifles inhibidores de drones, tampoco las jóvenes manifestantes estaban obligadas a distinguir el tipo de artículos que sostenían en sus manos aquellos sujetos vestidos de negro siendo que en imágenes circuladas se les observa portando lo que aparentaban ser armas largas. Y un punto más, aquellos individuos ubicados en las alturas apuntaban hacia abajo donde se encontraban los contingentes, de ahí que resultase normal la alarma y caos que generó su presencia entre las jovencitas.

Las pruebas de Brigada Marabunta

La denominada Brigada Marabunta, así como usuarios y medios de comunicación, han venido mostrando videos que dejan al descubierto y ponen en entredicho la versión de las autoridades que han insistido en que las policías solo portaban artículos de protección y ningún tipo de armas, ni de fuego ni de balas de goma, gases o químicos para agredir a los contingentes. Sin embargo, las imágenes ponen en evidencia momentos en que piedras, palos, petardos, y polvo de extintor entre otros artículos, salen del otro lado del muro de donde se ubicaban las manifestantes.

De hecho, en uno de los videos, un experto que identifican como integrante de Marabunta, detalla que las balas de pintura que se estaban disparando debieron salir de un rifle de gotcha que con la distancia y la velocidad adecuada provocan mucho daño a quien no está protegido con equipo especial.

Policías de la CDMX agreden a feministas

Usar gas pimienta o polvo de extintores para ahuyentarlas fue otro error de quien lo haya dispuesto. Y más aún intentar negarlo cuando múltiples imágenes fotográficas y de video muestran que el humo de color verde salía del otro lado de los escudos policiacos y vallas instaladas.

Pero lo que sin duda es más grave y que todavía no ha quedado debidamente aclarado por las autoridades de seguridad o la propia Claudia Sheinbaum, es la presencia de elementos de la policía capitalina que vestidos de civil –con ropa sport, sin ninguna insignia o identificación a la vista- dirigían por medio de radios y gritos las acciones de las mujeres policías, al mismo tiempo que agredían física y verbalmente a las asistentes a la marcha. También las imágenes de estos sujetos no dejan lugar a dudas tanto de su labor en la marcha como de sus actitudes agresivas, ominiosas y ofensivas hacia las mujeres. 

-“Denle en la madre a esta”<br>-Se le escucha decir a uno de ellos<br>-“Chingue a su madre, pinche perra”

Son algunas frases que se escuchan con nitidez en un video presentado por Imagen Noticias en el espacio de Ciro Gómez Leyva.

La reportera que presenta la nota, explica que la Secretaría Ciudadana de la Ciudad de México identifica a estos hombres como sus elementos: 

“Son algunos mandos que en algunas ocasiones anteriores habíamos tenido problemas con las compañeras manifestantes por el hecho de ser hombres. Nosotras mandamos policías mujeres a las manifestaciones y en casos anteriores se había tenido ciertos connatos de confrontación al ellas ver a policías hombres, entonces pues se valoró ahí la posibilidad de que fueran vestidos de civil, como ustedes lo vieron, para evitar confrontación”

Marcela Figueroa

Así reconoció en entrevista Marcela Figueroa, subsecretaria de Desarrollo lnstitucional de la Ciudad de México.

No deja de resultar contradictorio que Andrés Manuel López Obrador, el que incendió pozos petroleros, que realizó infinidad de marchas, que mantuvo una manifestación de 48 días en Reforma generando pérdidas por 9 mil millones de pesos, llevando a perder negocios, empleos, y fuentes de trabajo, sin que en algún momento se le gaseara, se le encapsulara, y sin que se le arrestara, sea el mismo que asegura encabezar el gobierno más feminista de la historia, pero que ante una marcha de mujeres, manda instalar un muro, coloca a sujetos con armas largas (inhibidores, -dicen-) que apuntan a las manifestantes, que les manda arrojar gases que las ahogan, que las hacen llorar, y que las sofocan, para que desistan de una manifestación en la que solo exigían lo que le han venido pidiendo desde que asumió como presidente de México; seguridad, garantías para desempeñar su vida cotidiana sin ser acosadas, ultrajadas, violentadas, desaparecidas o muertas, por el simple hecho de ser mujeres.

Después de este 8 de marzo, han caído no pocos mitos de lo que ha sido la retórica del actual régimen respecto al movimiento feminista, siendo que un muro ordenado instalar por el inquilino de Palacio Nacional a las afueras de lo que es su hogar, develó que no es el gobierno más feminista, ni el más humanitario. Quedó de manifiesto a su vez, que el presidente López Obrador no solo traspasó la delgada línea de lo políticamente correcto, sino que perdió el tacto, el olfato político y al parecer también la brújula para darse cuenta que se colocó sobre un polvorín que podría estallarle el próximo 6 de junio cuando se celebren las llamadas elecciones más grandes de la historia de México.

¡Al tiempo!

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