En la antesala de las elecciones estadounidenses, la plataforma social de microblogging , Twitter ha anunciado que prohibirá cualquier anuncio político pagado.
Jack Dorsey, director ejecutivo y fundador de la empresa declaró: “Un mensaje político gana influencia cuando la gente decide seguir una cuenta o retuitearlo. Pagar por tener más alcance elimina esa decisión y obliga a que los mensajes políticos sean optimizados y dirigidos. Creemos que esta decisión no debería de ser limitada por el dinero”.
“Si bien la publicidad en Internet es increíblemente poderosa y muy efectiva para los anunciantes comerciales, ese poder tiene riesgos importantes en la política, donde se puede utilizar para influenciar los votos y afecta las vidas de millones de personas”
Jack Dorsey,
Twitter tiene alrededor de 320 millones de usuarios en todo el mundo. Aunque esté lejos de los 2,200 millones de usuarios de Facebook, los 1,000 millones de usuarios de Instagram o los 2,000 millones de YouTube, la influencia de esta plataforma en la política y los medios de información es mayor que su tamaño. Twitter ha formado parte de la comunicación de revoluciones sociales y de campañas políticas en todo el mundo.
El presidente Donald Trump es un usuario fuerte de la red social y ha utilizado este medio para enviar mensajes a muchas personas, incluyendo a presidentes de nuestro país. El mismo Trump reaccionó de forma negativa a este anuncio. El jefe de campaña de Trump, Brad Parscale publicó en un comunicado: “Twitter acaba de renunciar a cientos de millones de dólares en potenciales ingresos, una decisión muy tonta para sus accionistas. ¿Va Twitter a frenar también a los medios progresistas tendenciosos que ahora van a quedar sin control mientras comparan contenido obviamente político para atacar a los republicanos? Este es otro intento de silenciar a los conservadores, porque Twitter sabe que el presidente Trump tiene el programa online más sofisticado que se haya conocido”.
El portavoz de la campaña de Joe Biden dijo vía twitter: “Al enfrentarse a la elección entre los dólares de la publicidad y la integridad de nuestra democracia, resulta estimulante que, por una vez, el dinero no haya ganado”.
Lo que Twitter quiere evitar que pase en su plataforma es básicamente que se llene de datos falsos. La gente de Twitter sabe que hay tecnología desarrollada para mandar mensajes específicos a microgrupos focalizados y que muchos de estos mensajes pueden tener información engañosa y no verificada o deepfakes. Este tipo de estrategia se utilizó en la anterior campaña presidencial en los Estados Unidos y tiene que ver mucho con la inyección de información confusa que se hizo durante la votación británica conocida como Brexit.
Con esta nueva regla de no permitir anuncios políticos Twitter marca el paso. ¿Qué harán las otras plataformas y redes sociales?
Mark Zuckerberg compareció ante el Congreso de los Estados Unidos la semana pasada y fue duramente cuestionado por la legisladora demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. La legisladora le dijo: “Usted anunció recientemente que la política oficial de Facebook ahora permite a los políticos pagar para difundir desinformación en las elecciones de 2020 y en el futuro. Así que solo quiero saber hasta dónde se puede llevar esto”.
Zuckerberg respondió que Facebook eliminaría los mensajes de cualquiera, incluidos los políticos, que llamaran a la violencia o trataran de contener la participación de los votantes. En cuanto a las noticias falsas, dijo que no era el papel de la plataforma evitar que “las personas en una elección veas que has mentido”.
Después del problema que tuvo Facebook en las elecciones del 2016 donde estalló el escándalo de Cambridge Analytica donde se construyó el perfil de millones de votantes en Estados Unidos para influenciar los comicios estadounidenses, se han cambiado reglas y contenidos de la red social, pero no las suficientes como para garantizar que las fake news no circulen en su plataforma.
La delgada frontera que defiende Facebook es que no puede prohibir a un grupo de usuarios lo que le permitiría a los demás. Teniendo eso como principio, si les prohíbe a los políticos inserciones pagadas tendría que prohibirlo para todos sus anunciantes y eso no es parte del modelo de negocio del portal.
Es complicado para los usuarios descifrar la veracidad de un mensaje. El poder de las redes sociales y la tecnología actual pueden llegar a hacer que nos lleguen mensajes específicos basados en nuestros perfiles electrónicos para hacernos dudar de una decisión que ya teníamos tomada con la información que conocíamos.
Inclusive en los medios noticiosos tradicionales han caído con noticias falsas que están tan bien elaboradas que son difíciles de detectar. Ahora imagine a las personas que no tienen acceso a información verificada, eso haría que la detección de las famosas “fake news” sea más complicada.
Jack Dorsey y Twitter prefirieron dejar las enormes ganancias de las próximas campañas políticas estadounidense en pro de lo que ellos consideran la esencia de twitter. Hacer esto no garantiza que lo que planean los directores de campaña no se lleve a cabo, seguramente buscarán otra manera de transmitir el mensaje que tenían. Lo que sí es cierto es que la inversión que pudieron haber hecho en tecnología que iba a utilizar twitter con las reglas actuales será inservible.
¿Será que lo que hizo Dorsey con Twitter sea el primer paso para que las redes sociales sean más transparentes? Habría que esperar cuál es la reacción de las demás plataformas y cómo lo manejan sus directivos. Tiempos interesantes en cuestión de comunicación social.