Cuarta conferencia dentro de la serie por Facebook live, Ópera en Tiempo de Coronavirus, “La ópera y la peste” aborda creaciones operísticas y algunas cantatas y oratorios con el tema de la peste como trama. Un fenómeno abordado musical y dramáticamente durante el siglo XX, y que acerca al género a un doloroso drama humano. Desde los compositores César Cui y Sergei Prokofiev, hasta Roberto Gerhard y Benjamin Britten, pasando por el mexicano Carlos Chávez.

Además de las obras musicales que tienen al tema de la peste como fundamento -basadas además en extraordinarias creaciones literarias de Giovanni Bocaccio, Alexander Pushkin, Thomas Mann y Albert Camus-, la conferencia se acerca a composiciones inspiradas en el Edipo, de Sófocles, pues sin ser el asunto nodal de la tragedia (lo sería en todo caso la fatalidad del oráculo), la peste se presenta como esencial en el desenlace de este mito griego que se registra ya en el Ulises de Homero (canto XI, “Evocación de los muertos”); aquí surgen compositores como Igor Stravinski, George Eunescu, Karl Orff y una sorpresa, Ruggiero Leoncavallo, autor de la celebérrima ópera Payasos.

La peste ha estado presente en el devenir de la humanidad; hay conocimiento de un gran número de ellas con variedad de historias consustanciales. En el caso de La peste, de Albert Camus, un clásico joven o contemporáneo de la literatura, propone o supone una profunda reflexión filosófica íntima pero también social. Hay lecciones que aprender o al menos considerar para confrontarlas con la realidad de la pandemia del Sars-Cov 2, el Covid-19 generado por el nuevo, mortal y global coronavirus que hoy todavía padecemos con incertidumbre. La peste como fenómeno dramático y mortal ha generado obras tanto literarias como teatrales y musicales. ¿Qué obras estimulará la pandemia de “nuestro” virus en 2020 en el ánimo de los artistas de nuestro tiempo?

Tres frases al fin de Camus para cerrar esta introducción a “La ópera y la peste”

1. Durante la peste: “Morían hombres que estaban hechos para vivir”; de manera dolorosa se cortaron con el aislamiento y la muerte relaciones familiares, de amistad y de amor.

2. Hacia el final de la peste: “Eran los desafortunados de la peste: los que mataba en plena esperanza”; el riesgo fatal de anticipar la felicidad.

3. Una conclusión esperanzadora dentro del absurdo: “Algo que se aprende en medio de las plagas: Que hay en los hombres más cosas dignas de admiración que de desprecio”.

Aquí, “La ópera y la peste”: