La legislatura de la equidad de género
Terminó el Segundo Período Ordinario del Tercer Año de LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Entre mayo y agosto podría convocarse a uno o quizá dos periodos extraordinarios, pero en términos políticos esta legislatura concluyó. Fue la primera de mayoría morenista, absoluta en Cámara de Diputados y relativa en el Senado de la República. Fue la legislatura de la equidad de género. Transitó a bayoneta calada. Siempre con el cuchillo entre los dientes. Fue una legislatura de luces y de sombras, de sesiones presenciales y a distancia, de matracas y sombrerazos, pero también de intensos debates, memorables piezas oratorias y cambios sustanciales para el país.
Se presentaron un promedio de cinco mil iniciativas en las Cámaras.
En cada cámara del Congreso de la Unión, la numeralia completa se tendrá hasta agosto. En estos casi tres años legislativos, se realizaron más de doscientas sesiones en Diputados y otro tanto en Senadores, para un total de alrededor de cuatrocientas sesiones en ambas. Se presentaron un promedio de cinco mil iniciativas y cinco mil puntos de acuerdo en cada cámara. El Congreso aprobó tres paquetes de ingresos y en exclusiva, los diputados aprobaron tres presupuestos y dos desafueros: el del diputado de Morena Cipriano Charrez y el del gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Las reformas más destacadas de esta legislatura de mayoría morenista son de carácter social, vinculadas al combate a la corrupción, impartición de justicia, austeridad y democracia directa. Más allá de una nueva orientación del presupuesto con acento social, el Congreso elevó a rango constitucional los apoyos a los grupos vulnerables, como las pensiones a adultos mayores y las becas a estudiantes, aprobó una nueva reforma educativa y un nuevo sistema de salud público de carácter universal.
El Congreso le quitó el fuero al Presidente de la República
En materia política, el Congreso quitó el fuero al Presidente de la República y estableció la consulta revocatoria para el titular del Ejecutivo. Marcó límites a las remuneraciones de los servidores públicos y creo una ley de austeridad. Se reformó el marco legal para que los delitos electorales y la corrupción ameritaran prisión preventiva oficiosa. Se aprobó un paquete de reformas al Poder Judicial, cuyos alcances son muchos, pero quedaron desplazados por la aprobación del artículo transitorio que amplía el periodo de la presidencia del ministro Arturo Zaldívar al frente de la Suprema Corte.
Morena sostiene que en está legislatura sentó las bases de la Cuarta Transformación.
La oposición afirma que está destruyendo a México y pone como su prioridad quitarle la mayoría en las próximas elecciones. Los cambios aprobados esta legislatura, más allá de aspectos específicos y de complicaciones en su aplicación, tienen un fuerte componente de justicia social y de igualdad.
Morena invirtió mucho tiempo y esfuerzo en reformas, como la de hidrocarburos, la de energía eléctrica, o la de telecomunicaciones y radiodifusión que están impugnadas en la Suprema Corte. Por el contrario, se quedó corto en temas estructurales, como son un amplia reforma en materia energética, una en materia fiscal o adelantar en banderas de la izquierda, como la despenalización del aborto o la legalización del consumo lúdico de la marihuana. Esta legislatura acabó. Ahora falta que la ciudadanía decida con su voto, la integración de la próxima.