Durante la ceremonia de postulación oficial como candidato, el 18 de febrero pasado, del PRI a la presidencia de la República, José Antonio Meade propuso la puesta en marcha, si el voto mayoritario le favorece este año, de un “Registro Nacional de Necesidades de cada Persona, "donde cada persona podrá decir qué necesita en educación, movilidad, empleo o seguridad."

“En mi gobierno quien tenga la necesidad de poner un negocio tendrá respaldo financiero, para quien su prioridad sea la movilidad tendrá apoyo para su transporte. Para quien tenga alguna discapacidad tendrá accesibilidad e inclusión. Para los pueblos indígenas habrá apoyo para su cultura milenaria. Los adultos mayores tendrán apoyo para sus medicinas”, explicó. (Nota de El Financiero, 18 de febrero, 2018, con información de Notimex)

En su cuenta en Twitter, @JoseAMeadeK, se refirió así a su extraña promesa lanzada durante la intercampaña: "Porque cada persona en México tiene necesidades muy particulares, éstas serán atendidas de manera individual mediante el Registro Nacional de Necesidades de cada Persona."… para el logro de sus “sueños”…. (faltó agregar)

¿Qué significa registrar las necesidades de cada persona? ¿Cuál sería el fundamento teórico y metodológico de esta singular propuesta; cuál es la lógica interna del llamado “Registro Nacional”, y a qué “necesidades” responde? ¿Con qué recursos se lograría esa política pública? ¿Qué tan viable sería abordar las “necesidades” de manera individual o personal? ¿Qué tipo de necesidades serían registradas?

Digo que es una propuesta extraña, porque no existe sentido lógico ni práctico al realizar un registro nacional de este tipo, debido a que ya existen instituciones nacionales encargadas de llevar a cabo dicha actividad pública, como son los casos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y la propia Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), que dirigió el precandidato priísta al inicio de este sexenio. A no ser que a partir de esta “genial” idea, y con la experiencia acumulada (aunque no muy bien procesada), el equipo tecnocrático de Meade Kuribreña pretenda crear la “Secretaría de Desarrollo Personal del Poder Ejecutivo Federal”.

De “ocurrencias” a ocurrencias

No cabe duda que en los procesos de precampaña y campañas políticas, la gente cercana a los y las contendientes parecen actuar como estudiantes que participan en su primera clase de manejo: aceleran, frenan y vuelven a acelerar… A las primeras de cambio, pierden de vista el entorno y el control específico del vehículo, por lo que pronto se les apaga… Se nota que, en este caso, que sobre la marcha el equipo de campaña de JAMK hace una especie de carrera de “improvisación”… Pues no que tanto criticaban a AMLO por proponer la revisión de una posible amnistía a quienes han cometido delitos contra la salud: idea que les pareció una “ocurrencia”… Tanto han señalado esto al tabasqueño durante las últimas semanas los genios de la campaña de Meade, como su coordinador, Aurelio Nuño, que hasta parece increíble y sorprendente encontrar este tipo de “originales” contra propuestas.

Vanessa Rubio, coordinadora de la oficina del precandidato JAMK, ex subsecretaria de Relaciones Exteriores, SEDESOL y en la Secretaría de hacienda, con Meade, declaró apenas ayer, en una entrevista con grupo Imagen, que: “Se trata de una propuesta muy seria, para que en vez que el gobierno defina los programas, los ciudadanos definan sus necesidades. Se mapearían en dos eventos: qué requieren las personas para ejercer sus derechos elementales; un segundo tendría que ver con qué necesitas para generar valor como persona. Estaríamos hablando de un mapeo muy serio de necesidades, donde el gobierno da las herramientas para hacer el mapeo de necesidades y ver qué necesitamos como personas.”

“Si (lo que) se necesita es capacitación, becas, financiamiento, es decir, escuchar más a la ciudadanía. Sí se puede, es para mapear las necesidades de cada uno de los individuos y hacer un gobierno que realmente atienda las metas de los ciudadanos.” (Imagen Radio, 20 de febrero, 2018)

En entrevista con Pascal Beltrán, la coordinadora de oficina del precandidato priísta, Rubio Márquez, quien se formó en la UNAM y posteriormente en la Escuela de Economía de Londres (LSE por sus siglas en inglés), indicó que: “Habrá una Base Nacional de Información, que es fácil hacerlo puesto que se tienen las herramientas tecnológicas. Sobre todo se hará uso de las herramientas de comunicación de la población. Buscamos un gobierno más efectivo, eficiente, donde las necesidades se ajusten a los recursos.”

Teoría de las Necesidades

Si retomáramos a Ágnes Heller, filósofa húngara contemporánea, quien escribió el libro: “Teoría de las Necesidades en Marx” (1), cabría preguntar a los ilustres creadores del Registro Nacional de Necesidades mexicanas, de Meade: ¿A qué necesidades se refieren? ¿A las necesidades existenciales como alimentación, satisfacción sexual, contacto social, o de realización (actos individuales); o bien a las necesidades propiamente humanas (NPH), de las cuales Heller sugiere dos subclases: “Alienadas”: De poseer dinero, poder, posesión de bienes materiales, etc.; o bien, “No Alienadas”: como las necesidades de descanso, tiempo libre, actividades culturales y recreativas, juego en los adultos, reflexión, amistad, amor, realización de sí en la objetivación, actividad moral etc.?

Otra pregunta: ¿O bien, para organizar el Registro Nacional de Necesidades de cada Persona se basarán en la taxonomía de Abraham Maslow? (La famosa “pirámide” de las necesidades):

En ese esquema, un primer bloque está compuesto de cuatro categorías: Necesidades fisiológicas. Son las necesidades más básicas que precisan de elementos materiales para su satisfacción, sin su satisfacción no son posibles los impulsos para afrontar otras necesidades, y su ausencia amenaza la propia supervivencia humana. Necesidades de salud y seguridad. Una vida segura, ordenada y cierta, donde se encuentran ausentes los peligros y riesgos para la integridad personal y familiar. Necesidades de pertenencia y amor. Representan la voluntad de reconocer y ser reconocido por los semejantes. Sentirse arraigados en lugares e integrados en grupos y redes sociales. Se refiere, por tanto, al ambiente social que debe de posibilitar el contacto, la relación social, la amistad y la asociación. Necesidades de estima. Condiciones adecuadas para la evaluación personal y el reconocimiento de uno mismo en referencia a los demás. La capacidad para sentirse miembro o parte de un cuerpo social de pleno derecho.”

“En un segundo bloque se establece una quinta categoría escasamente desarrollada por Maslow, lo que denomina como necesidades de autorrealización o metanecesidades.” (2)

Como se puede desprender de estos breves planeamientos e interrogantes, el asunto de las necesidades humanas es complejo y dinámico, porque abarca componentes “objetivos” y “subjetivos”, y está referido a valores sociales y humanos de diversa naturaleza. Por lo tanto, resulta lamentable que un candidato presidencial lance a la ligera una propuesta con estas características, y que no haga los matices pertinentes frente a un equipo técnico-político que pretende o aspira gobernar a la nación; además de incurrir, como ya lo señalé antes, en una posible duplicación de actividades públicas.

Convendría que los integrantes del equipo priísta de campaña de JAMK, que diseñan la “arquitectura del México de talentos” (SIC), nos dieran a conocer públicamente los fundamentos teóricos y epistemológicos que integran la iniciativa del mencionado “Registro Nacional de Necesidades de cada Persona”, con la finalidad de contar con una definición clara y precisa del proyecto, así como de sus alcances, método y finalidades, a efecto de tener a la mano más elementos de juicio acerca de la lógica interna y la “necesidad social” (no personal) que atendería dicho compromiso de campaña.

Si a las comunidades académica y de opinión pública no se les satisfacen puntualmente sus “necesidades” indagatorias y de información, estaríamos llegando a la conclusión de que, en efecto, se trata de una mera “ocurrencia”.

Notas o referencias:

(1) Agnes Heller (1986) Teoría de las Necesidades en Marx. Barcelona, Península. Ver también un texto de Julio Boltvinik al respecto, publicado en 2016 en La Jornada:

http://www.jornada.unam.mx/2016/09/23/opinion/024o1eco

(2) Isaac Payá Martínez (2009) Las necesidades como análisis económico en Ágnes Heller:

http://congresos.um.es/ahha/ahha2009/paper/viewFile/6331/6071

jcmqro3@yahoo.com