Si la vida te da limones... tómalos con tequila.<br>
Sabiduría popular
Morena, el partido en el poder, no es partido. Razón tienen cuando dicen que es un movimiento, aunque se miente en la parte de “regeneración nacional”.
Pero hay más. Es el ejemplo perfecto de lo que hoy buscan los menguados partidos en la oposición: aliar todo tipo de ideologías, frentes y personas con el fin último de detentar el poder.
Así, la próxima alianza entre PAN, PRI y PRD para contender con candidatos de unidad en al menos 100 distritos electorales esboza una coalición de las mismas características de la de Morena-PT-PES del 2018.
Cierto, la diferencia radica en que, en el caso de Morena, se tenía/tiene a un personaje candidato con las características necesarias como para aglutinar pensamientos tan lejanos como la legislación del aborto por parte del PT y el uso de faldas largas por parte del PES. En la actual propuesta (PAN-PRI-PRD) no hay un individuo que coligue y eso hará más difícil que la cohesión perdure.
Esta mezcla de ideologías levanta más de una ceja y presenta muchísimas interrogantes. ¿Cómo es posible que el PRIAN se observe de facto? Y, además, ¿con un alicaído PRD en la mayor parte de los estados?
Pero si se piensa con cuidado, en el sistema de partidos estos institutos políticos solo se comportan como tales. Y, a diferencia de Morena que llegó para avasallar dicho sistema, aglutinar la mayor parte del presupuesto otorgado a los partidos y quedarse con una sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados, esta coalición busca generar una suerte de equilibrio en el legislativo.
Por supuesto, no lo hacen por “buenitos” o por justos, tan solo por sobrevivencia. Se han dado cuenta que hay una importante parte de la ciudadanía que nuevamente quiere un cambio, pero que no les firmará un cheque en blanco, como tampoco permitirá que se impulsen trúhanes para las curules.
Y sí, con estos partidos, “sumatoria de miserias” en muchos casos, no se podrá llegar muy lejos, pero seguramente con algunos candidatos, se podrá desplazar al gran bloque que es ahora el “movimiento” en el poder.
Por el otro lado, hoy se tiene un verdadero rayito de esperanza. Obviamente no me refiero a aquel lejano PEJE-candidato del 2006 (tan desdibujado del presidente-peje que tenemos hoy en día). El INE anunció que no se permitirá la sobrerrepresentación ilegal de la que gozó Morena en esta legislatura. Con ello, se puede lograr que en las elecciones del 2021, y en posteriores, ningún partido/movimiento vuelva a abusar de las votaciones y con la desfachatez de ingresar más legisladores con su misma ideología.
Algo están haciendo de forma correcta partidos de oposición y autoridad electoral, donde al inquilino de Palacio Nacional y gran orador de las mañaneras ya le molestó y dijo que a él eso le hace lo que “el viento a Juárez”, lo cual es un poco incorrecto, porque Andrés Manuel siempre anda bastante despeinado.
Imposible negar que la alianza de los partidos no es la mejor opción, pero es una alternativa que puede lograr romper el bloque mayoritario que hoy impera en gran parte del país, pero sobre todo en la cámara baja.
A continuación será necesario que todos los partidos involucrados mantengan su palabra (¿tienen?) y que la ciudadanía salga a votar.
Porque si la vida te da limones, haz limonada o tómalos con tequila. Y si eres oposición, y si a esta la vida política le ofrece la oportunidad de copiar lo peor de Morena para hacer algo medianamente mejor, no hay razón para no intentarlo.