Bateo de sacrificio 

Para nadie es un secreto que hay grillas al interior de la administración lopezobradorista. Esas pugnas en ningún gobierno son inusuales; si acaso sorprende —un poco— lo pronto que se han dado en este sexenio. 

Lo que es terrible es que Germán Martínez se haya prestado a jugarle de “bateador de sacrificio”, pieza desechable, juego sucio, a uno de los bandos. Me explico.

Los grupos en pugna 

De todos los roces, hay uno que hace mucho ruido en el equipo de Andrés Manuel por los efectos disruptivos que puede tener en la economía nacional, ya no se diga en la gestión gubernamental. Este es el que ocurre —cada vez más evidentemente— entre un “ala” del gabinete económico (entiéndase Alfonso Romo, Marcelo Ebrard y Jesús Seade, Romo, de la mano de no pocos ni despreciables empresarios... fill in the blanks, como dirían los norteamericanos); y el otro extremo: Urzúa, evidentemente, Jesús Ramírez, Javier Jiménez Espriú, más uno que otro secretario, y prácticamente todos los organismos financieros nacionales e internacionales.

Lo he dicho desde un principio, si algunos se sacaron la rifa del tigre (otro tigre) del gobierno federal han sido Alfonso Durazo (por aquello del siempre espinoso tema de la inseguridad) y Carlos Urzúa, pues ¿de cuándo acá puedes ser popular si estás encargado de todos los recortes y medidas de austeridad?

Sacar a Urzúa de la jugada 

Vaya, independientemente del acierto o no de estas medidas —podría escribir un análisis de opinión infinito al respecto—, lo cierto es que repartir los dineros bajo el modelo económico-gubernamental de la 4T resulta un reto mayúsculo.

Tarea que a partir de hoy será aún más complicada ya que la mala noticia para Hacienda es evidente: existe una oposición dentro del gobierno (y fuera: CANACINTRA, COPARMEX) que confabula contra él y esta ya se desenmascaró. Lo peor es que independientemente —o muy a pesar— de esta, el secretario está obligado a dar resultados.

López Obrador está enojado

Pero hay dos buenas noticias para Urzúa que hasta le podrían llegar a significarle un efecto de blindaje —aunque sea momentáneo.

La primera es que AMLO de seguro estará muy enojado con todo este relajito; si hay algo que NO le gusta es ventilar en público estas diferencias, así como perder el férreo control sobre su equipo en todo momento. Digamos que en eso sigue a pie puntilla las viejas formas del tricolor.

Lo segundo es que Andrés Manuel es mucho muy leal con su gente; más con la que ha dado la batalla por su causa (hoy la de Morena) hombro con hombro. Urzúa es sin lugar a dudas uno de ellos. Tanto así que fuera de desearle la mejor de las suertes a Germán Martínez en el Senado, el secretario de Hacienda fue el que recibió todo el espaldarazo del presidente.

La llamada de atención al resto de su gabinete es clara: “yo siempre los oigo a todos ustedes, pero, por lo mismo, quien crea que Urzúa ha decidido por sí solo, está muy equivocado.” O, lo que es lo mismo: “yo lo defiendo de cabo a rabo y dejen de hacer grilla.”

¿Michoacán en el futuro de Germán?

Por ahí dicen las malas lenguas que el premio de consolación para Martínez (y el verdadero objetivo de todo esto) será la gubernatura de Michoacán. La verdad de las cosas que eso de dejar algo seguro por algo improbable no es la mejor de las estrategias pero, en fin, hay gente a la que se le cuecen las habas.

Adicionalmente, si Germán sabe contar, con el berrinche que dejó ver en su renuncia, que no cuente con el apoyo de AMLO y de la estructura de Morena para ello.

Ahora que, si lo que planea es regresar a sus viejas compañías panistas/calderonistas, le deseamos suerte. ¿Se imaginan al ex del IMSS en el nuevo partido de Felipe y Margarita? Sea lo que fuere, lo cierto es que a nadie le gusta —y mucho menos a los electores panistas— tanta deslealtad y el ir y venir tan burdo de cachuchas. Si no pregúntenle al candidato de la coalición PAN-PRD por la gubernatura de Puebla...