La Santa Inquisición de la mañanera

Ya no se puede caer más bajo, no se diga como jefe del Ejecutivo Federal, cargo que aún simula ejercer, ni como jefe de campaña de un partido político, ahora el compañero presidente Andrés Manuel López Obrador, llegó al punto de utilizar su investidura para buscar venganza y como si fuera Torquemada y las mañaneras, el Tribunal de la Santa Inquisición.

En la edad media, la Inquisición castigaba la herejía, es decir, aquel que contraviniera los postulados de la doctrina católica y, por ende, la fe del rey. En pleno siglo XXI, en el México de la 4T, el hereje es quien contraríe los postulados del “señor de Palacio Nacional”, aquel que se oponga al cristianismo de la 4T, que no acepte la fe en AMLO, quien se niegue a convertirse a Morena, el que no quiera renunciar a su preferencia política en favor del mesías.

La intolerancia a la crítica

AMLO es muy sensible a las críticas, no soporta que lo cuestionen ni permite que sus principales colaboradores hagan observaciones de algún tema de su responsabilidad. Como buen narcisista -envuelto en su propia deidad- él y sólo él tiene la razón y nadie lo puede contradecir.

En las democracias la prensa juega un papel preponderante sobre todo para señalar los yerros y desviaciones que tengan los gobernantes, si no que le pregunten a Richard Nixon y el Washington Post por el caso Watergate; El Globo de Boston con la Iglesia Católica y los pederastas, The Guardian que publicó los archivos de Snowden, el New York Times “Los Papeles del Pentágono” sobre la guerra de Vietnam; WikiLeaks fue publicado en Estados Unidos por The New York Times, en Reino Unido por The Guardian y en Alemania por Der Spiegel, todas estas publicaciones periodísticas fueron fundamentales para quitar a Nixon de la presidencia, mandar a la cárcel a los pederastas y corregir temas de seguridad.

En México los medios que documentan ilícitos o malas decisiones del gobierno de AMLO son considerados traidores y son “juzgados” por la Santa Inquisición de la mañanera, la consecuencia es que la prensa, periodistas, intelectuales y académicos son denostados y fastidiados por la guerra que tácitamente les declara AMLO.

La venganza contra Loret

Qué pretendió AMLO al referirse ayer contra Carlos Loret de Mola ¿Callar las críticas por sus malas decisiones en temas delicados como la salud, la energía o la seguridad? ¿Ocultar la corrupción? ¿Ocultar su incapacidad y falta de resultados? ¿Cobrar venganza? ¿Todas las anteriores?

Los ataques en contra de Loret de Mola no son aislados, sino parte de una estrategia cuyos principales diseñadores y operadores son Epigmenio, el Rasputín Goebbels Ibarra, sus escuderos Jesús Ramírez y Jenaro Villamil y la directora de Notimex, Sanjuana Martínez.

Como lo dio a conocer la periodista Carmen Aristegui a través de la publicación de Artículo 19 e ITESO, una universidad jesuita de Guadalajara donde se documenta cómo la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, creó con sus colaboradores un WhatsApp llamado Avengers: “El chat fue utilizado por los ejecutivos de la agencia, a instancias de Sanjuana, para ordenar a los periodistas que crearan cuentas falsas de Twitter y publicaran mensajes contra las voces críticas del liderazgo de Notimex. 

También se documentó que los periodistas que hicieron “preguntas difíciles al presidente durante la conferencia de prensa diaria recibieron ataques a través de Twitter“, incluida la difusión de sus identidades y “amenazas veladas”. Esto fue también denunciado en el reporte sobre Derechos Humanos del Departamento de Estado norteamericano.

Trapíos al sol

A Carlos Loret de Mola lo juzga porque publicó con datos irrefutables la corrupción de su hermano Pío López Obrador, los contratos en Pemex de su prima Felipa Obrador, las propiedades de Bartlett y los contratos de su hijo, las propiedades de Irma Eréndira Sandoval y su familia y, ni con todo el poder que ejerce, pudo desmentir estas acusaciones.

Con la campaña que emprendieron para que Loret de Mola “arda en la hoguera” lo que buscan realmente es ocultar las graves fallas en el proceso de vacunación, que ha cambiado de estrategia en al menos en cinco ocasiones y lo de las vacunas simuladas.

De paso, intentan ocultar que los candidatos de Morena son impresentables, como los casos de Alfonso Durazo, de quien recientemente trascendió que la DEA tiene abierta una carpeta de investigación por supuestos vínculos con miembros del crimen organizado pertenecientes al Cártel del Pacífico. De Félix Salgado Macedonio, quien además de violador confeso, han trascendido sus nexos con el crimen organizado, al igual que el candidato a la gubernatura de Zacatecas, David Monreal.

Pretenden “tapar el sol con un dedo” frente a la creciente inseguridad en todos sus ámbitos, secuestros, masacres, asesinatos de candidatos, feminicidios y robos.

También desviar la atención por el incremento al precio de la gasolina, el gas LP, la electricidad, el aumento de la inflación, la deuda y la crisis financiera de Pemex.

La presión de #Lordmontajes en contra de Loret de Mola seguirá por muchos días y, como lo mencionamos antes y el propio AMLO lo reconoce, lo repetirá una y otra vez de acuerdo al manual de Goebbels, como lo dijo ayer en su mañanera luego de aventarse una cita histórica de Santa Anna: 

“Bueno, y luego lo del fascismo, lo de Hitler, pues tiene que ver con el manejo de la propaganda, tiene que ver con Goebbels, que decía que una mentira que se repite muchas veces puede convertirse en verdad”.

Es su estrategia, así lo ha hecho con todo, repetir y repetir sin aportar un solo dato en temas como el neoliberalismo, la corrupción, sus anécdotas, la cantaleta de que es el presidente más atacado, de que la prensa no le daba espacios. Afirmaciones que ha venido repitiendo una y mil veces, hasta lograr “hacerlas verdad” y de ahí buscar su venganza en contra de quienes lo cuestionen.