La guerra de los gobernadores “aliancistas” con el gobierno federal comenzó hace unos meses con la salida de estos de la CONAGO, al considerar que dicho mecanismo no cumplía con su propósito al no haber una buena comunicación con el presidente. Posteriormente exigieron más recursos del presupuesto 2021 y al no obtener respuesta amagaron con su salida del pacto fiscal federal, mismo que está vigente desde 1978. Incluso 5 de ellos ya anunciaron consultas abiertas entre sus ciudadanos para decidir si siguen en el pacto fiscal o se salen.
“Si tus soldados, tus fuerzas, tu estrategia y tu valor son menores que las de tu adversario, entonces debes retirarte y buscar una salida. Los generales son servidores del pueblo. Triunfan aquellos que: saben cuándo luchar y cuándo no…” Es parte de las enseñanzas escritas en el libro “El arte de la guerra” de Sun Tzu, un libro que ha sido clave y referencia de exitosos generales, líderes y estrategas desde hace miles de años.
Lo anterior es importante tomarlo como referencia, porque este conflicto político está en un punto de no retorno, y los gobernadores han entrado en un terreno de batalla muy complicado, en donde el pronóstico parece no favorecerles, por varias razones, entre ellas puedo resaltarle las siguientes:
Su argumento aunque pareciera legítimo es poco creíble y muy incongruente. La ley de coordinación fiscal entró en vigor en diciembre de 1978, y la última reforma al artículo 2, que habla de la fórmula de repartición del presupuesto fue aprobada en el Poder Legislativo en el 2013, cuándo 4 de ellos eran Senadores y 2 diputados federales. Además de que los 10 gobernadores llevan todo su mandato con el esquema vigente y apenas ahora les pareció necesario el cambio.
No es viable su salida. De los 10 estados inconformes, solamente Tamaulipas, Nuevo León y Colima tienen la capacidad financiera para poder hacer frente a sus gastos con sus mismos ingresos.
Las consultas no son lo suyo. Los gobernadores de Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, Guanajuato y Michoacán han declarado su intención de hacer consultas públicas al estilo Morena para determinar si permanecen o se salen del pacto federal. Con ello, han validado a este mecanismo implementado por el Gobierno Federal que sus partidos antes criticaban; y además tendrán que aclarar de dónde saldrán los recursos (que dicen les escasean) para la organización de dicha consulta.
¿Qué harán si ganan la consulta? Si la ciudadanía respalda su propuesta mediante la consulta, ¿están preparadas las finanzas estatales para concretar su salida del pacto fiscal o se quedará en una promesa incumplida?
Mal momento político. Cuatro de estos gobernadores están prácticamente entrando a su último año de gobierno. Jaime Rodríguez, Javier Corral, José Ignacio Peralta y Silvano Aureoles, están a semanas de conocer a los candidatos que competirán para sucederlos, por lo que su poder político no está en la plenitud o como decía Fidel Herrera, en su ppp.
Por eso no sorprende la respuesta que ha tenido el presidente, al afirmar que dichos gobernadores le han faltado el respeto y dejar en claro que no se sentará a negociar con ellos.
Debería servirles el ejemplo de lo ocurrido en Estados Unidos, donde la polarización de la elección favoreció al presidente Trump, quien a pesar de sus bajos índices de aprobación logró cerrar la contienda hasta un punto en el que probablemente los comicios se resolverán en tribunales. En el caso de México, el presidente López Obrador continúa con una aprobación cercana al 60%, mientras que la oposición juega a emular las estrategias seguidas por el gobierno, en lugar de construir una plataforma política distinta que le de una verdadera alternativa a la ciudadanía.
Por estas razones, podemos prever que su guerra está perdida.