Como consecuencia del accidente ocurrido el día de hoy en Nayarit en la cual una pipa de doble semirremolque que transportaba Gas L.P. explotó después de que su conductor perdiera el control de la misma y volcara, dejando como consecuencia 14 personas calcinadas, vuelve a traer el tema de la necesidad de regular estos transportes, ya que cada que ocurre un accidente con éste tipo de unidades, se pierden trágicamente vidas y la discusión no concluye en ninguna mejore en este asunto.

En la legislación mexicana, el doble semirremolque está permitido aún y cuando ha sido la causa de muchos accidentes, y esto es porque cada vez que se discute la permanencia de éste transporte, salen los líderes empresariales a defender el uso del mismo y los costos de logística y transporte que se ahorran al operar doble semirremolque en comparación con el remolque sencillo.

No hay que ser unos genios para saber que enviar un doble semirremolque con mercancía es más barato que enviar dos tráileres con una caja cada uno, y si bien la economía mexicana no da, por el momento, para no ahorrar en gastos, también es cierto que no podemos escatimar con las vidas y la seguridad de las personas.

El peso que carga un tráiler con doble semirremolque asciende aproximadamente en 13 toneladas, y puede cargar hasta 54 toneladas de peso, lo que da que un camión de éstas condiciones pueda llegar a pesar hasta 67 toneladas; ahora imaginemos éstas 67 toneladas en una carretera a 100 km/h con una falla mecánica de frenos, INPENSABLE!!

Los empresarios del transporte argumentan que al cancelar el full (doble semirremolque) se impactaría la cadena de producción, además de que se requerirían 70 mil camiones más y eso, supuestamente, afectaría el medio ambiente, aunado a que se requerirían 120 mil operadores de camiones más, lo cual, asegura, aumentaría el número de accidentes al incrementarse el número de unidades circulando en las carreteras.

En lo personal no estoy de acuerdo con los argumentos que vierten las Cámaras Nacionales y los empresarios al respecto, pues los mismos van encaminados en escatimar en gastos y no invertir en un medio de transporte seguro y moderno para su mercancía.

En primer término, sí es cierto que se requerirían 70 mil camiones más para poder atender la demanda que se requiere, sin embargo eso no necesariamente afecta el medio ambiente, con inversión en equipos de transporte modernos la emisión de gases contaminantes se reduce, aunado a que, entre mayor sea la carga que transporta el tráiler, mayor será la emisión de dióxido de carbono del mismo, es decir, contaminan más los Fulles ya que cargan más peso.

Por otro lado, la cancelación de éstos medios de transporte de carga sería benéficos para la generación de empleos, pues contrario a lo que manifiestan, se estarían generando 120 mil nuevas fuentes de ingresos directas al requerir contratar a nuevos operador, los cuales estarían operando camiones modernos y que no necesariamente se traduciría en más accidentes, sino por el contrario, estarían operando camiones de menor peso y más maniobrables, evitando así, tragedias como la acontecida el día de hoy en Nayarit.

En conclusión, tenemos que las empresas del transporte contrario a los intereses de la población, evitan a toda costa la desaparición de los fulles, para que así puedan seguir evitando inversiones en la operaciones de sus negocios y en consecuencia, siguen poniendo en riesgo a la población al operar camiones viejos, pesados y con mantenimiento dudoso.