A pesar de lo mucho que me han criticado, los insultos que he recibido y las amenazas, algunas de muerte, de las que he sido objeto, no dejaré de expresar mi opinión en los medios que así me lo permitan.

En sdpnoticias.com tengo poco más de un año de colaborar enviando esporádicamente columnas al señor don @federicoarreola. Algunas han sido censuradas y el director de este espacio ha argumentado que es su obligación cuidar la calidad de lo que se publica en el sitio. Sin embargo, resulta curioso que solo las columnas que atacan al gobierno de @EPN sean las que no pasan el tamiz del señor Federico. En fin, mientras pueda seguir expresando mi opinión, lo seguiré haciendo y solo la muerte me quitará ese derecho.

Equivocadamente, muchos me han tildado de izquierdista fanático. No soy ni fanático ni tampoco me considero izquierdista. Obviamente tampoco pertenezco a la derecha o al centro. No es mi intención ubicarme en alguno de los polos políticos del país.

Por ahora me considero como un ciudadano observador pero no alineado a alguna tendencia política. Es como cuando en tiempos de la guerra fría, en la que casi todo el mundo se ubicaba en alguno de los dos polos, representados por los Estados Unidos y la Unión Soviética, capitalistas y socialistas, los presidentes de Egipto, India y algunos otros se declararon no simpatizantes del capitalismo de Estados Unidos y no simpatizantes del Comunismo de la Unión Soviética. Cosa que representó algo casi revolucionario, pues era muy difícil que los países subdesarrollados escaparan al influjo de las dos superpotencias del momento.

Del mismo modo, por ahora no me alineo con ninguno de los colores de los partidos políticos que existen en nuestro país. Tampoco con las ideologías que defienden, pues todos tienen cosas negativas y cosas positivas también.

De modo que por ahora considero ridículo declararse a sí mismo como perteneciente a uno de los bandos de las ideologías políticas, pues como todos sabemos, todos los bandos tienen elementos de corrupción, de intolerancia, de promoción de la desigualdad, etc. Pero también es cierto que todos los bandos tienen elementos loables. Algunas políticas de la derecha han ayudado al país, justo ahora, por ejemplo, estamos en espera de que las reformas estructurales promovidas por el PRI y el PAN traigan beneficios. Algunos beneficios ya se pueden ver, como la eliminación de llamadas de larga distancia en el territorio nacional, pues desde ya las llamadas hechas a cualquier región del país se consideran y pagan como locales. Eso es un logro, quizá no muy grande, pero es algo bueno que ha hecho la derecha mexicana.

Por supuesto que la izquierda también ha promovido leyes que benefician a los mexicanos, muchas de ellas orientadas al desarrollo social. Y lo que se considera centro también ha promovido leyes que benefician a los mexicanos.

En otras palabras, lo que quiero decir es que todos los partidos políticos en México han caído en prácticas cochinas como la corrupción, el gatopardismo, el chapulineo, el nepotismo, etcétera. Pero también todos han tenido aunque sea un minúsculo momento en el que han ayudado o pretendido ayudar a los mexicanos.

Es responsabilidad de todos cuidar que los partidos políticos ejecuten acciones tendientes a beneficiar a los mexicanos y también es nuestra obligación castigar cuando ejecuten acciones corruptas y fuera de la ley.

A través de este texto quisiera conminar a todos los mexicanos a dar su mejor esfuerzo en este año 2015. Desde su trabajo, desde su escuela, desde donde desempeñen su día a día, seguro que pueden ayudar en algún modo a hacer de México un país mejor. Cada acción, por pequeña que sea, puede ayudar a cambiar el rumbo de México.

Si el presidente Enrique Peña Nieto es un corrupto, un ladrón y un asesino (autor intelectual del asesinato de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, así como los casos de Atenco y otros), como muchos aseguran, entonces lo pagará tarde o temprano. El peso de la ley deberá caer sobre él y pagará por sus delitos en la cárcel. Pero, si resulta que Peña Nieto es inocente de esas imputaciones y en realidad es un presidente cuyo único propósito hasta ahora ha sido ayudar a los mexicanos, entonces, solo si eso es verdad, que quiere ayudar a México desde su posición como presidente, debemos apoyarlo.

Enrique Peña Nieto es un títere, sí. Pero quien sea el titiritero depende en gran medida de nosotros los mexicanos. El presidente podrá ser manipulado por los empresarios o por los hombres con poder en el país, pero solo si el pueblo de México lo permite. Debemos tomar la rienda de esos hilos y hacerlo trabajar para nosotros, para el país, para México.

Del mismo modo, debemos procurar que todos los involucrados en el manejo del país, desde los miembros del gabinete presidencial como Chucho Murillo Karam, hasta los servidores públicos en alguna oficina gubernamental, hagan bien su trabajo y lo hagan en servicio de los mexicanos. Desde el presidente hasta un delegado, desde el procurador de justicia hasta la secretaria, deben trabajar para México.

Este 2015 debe ser el año de México, ya basta de corrupciones, de nepotismo, de robos, de insultos al pueblo, es hora de que México crezca y dé el gran salto.

 

Feliz inicio de año a todos los mexicanos.

 

@Eximio34