Hablemos hoy de la personalidad, pero hagámoslo desde una perspectiva curiosa, vayamos  un poco al abismo, la personalidad en nuestro entorno… observemos, no solo el exterior de las personas comprado en las “catedrales del comercio” como suele llamarlas el buen amigo Dr. Pedro Peñaloza, hurguemos un poco en el interior…

 En lo que concierne al tema de la personalidad,  Carl Jung, uno de los más famosos exploradores de la psique humana, tenía una concepción realmente especial. Los cimientos y estructuras de nuestra personalidad estarían para este  psicólogo suizo; formada por un YO consciente  que razona, siente y deduce.  Añadamos un Inconsciente Personal, el último custodia aquello que hemos olvidado o “suprimido”, y cómo no, el famoso Inconsciente Colectivo, ahí donde se hallan esas experiencias que todos nosotros atesoramos de generación en generación como especie, y en los que se encuentran también los famosos “arquetipos”.

Para Carl Jung existen cuatro funciones psicológicas básicas: pensar, sentir, intuir y percibir. A partir de las cuatro funciones básicas, Jung postula que se conforman dos grandes tipos de carácter: el introvertido y el extravertido. Cada uno de ellos tiene rasgos específicos, que lo diferencian del otro. A partir de las funciones psicológicas básicas y de los dos tipos de carácter fundamentales, Jung señala que se derivan ocho tipos de personalidad bien diferenciadas.

Podemos creer o no, lo cierto es que siendo  ya más de siete mil millones de seres (aparentemente) pensantes, los que saben nos agrupan para tener una idea del comportamiento humano, solo de esta manera  podemos entender la manipulación que los medios hacen del llamado inconsciente colectivo…

Pero bueno, son días ligeros, de reflexión y de mantener la calma y el alma tranquilo en lo más posible, aquí les comparto un poco del pensamiento (ya decantado) del famoso Dr. Jung, teniendo la seguridad que al menos nos divertiremos un rato.

Reflexivo-extravertido: En este tipo de personalidad, es habitual que enfoquemos la vida desde un punto férreamente objetivo. Analizamos todo lo que vemos, y lo hacemos desde una forma algo fría. Somos muy exigentes con los demás, por no decir severos: tendemos a juzgar abiertamente a quienes nos rodean y, además,  a ser algo intolerantes, porque actuamos de acuerdo “a nuestros propios principios”. A nuestra propia experiencia.

Reflexivo-introvertido: En este caso tenemos una personalidad muy intuitiva, ellos se  dejan llevar por las emociones, por ese mundo interno que nos ha hecho aprender tantas cosas. Personas introvertidas pero seguras de sí mismas. Es posible que los demás los vean como algo inadaptados o extraños, sin embargo, suelen caer bastante bien y son apreciados.

 Sentimental-extravertido: En este tipo de personalidad, convergen una gran cantidad de emociones. Son personas muy abiertas y cercanas, que siempre buscan proximidad con quienes les rodean y que expresan sus sentimientos con total facilidad y tranquilidad. Tienen mucha empatía y disfrutan estableciendo numerosas amistades, muchos vínculos realmente fuertes, sinceros y duraderos.

 Sentimental-introvertido: Melancólicos,  unos irremediables melancólicos… No les gusta expresar  sentimientos, son más bien cerrados e inaccesibles, algo callados… No les gusta ser el centro de atención ni tampoco juzgan a los demás. De algún modo, son los defensores  de “vive y deja vivir”. Les cuesta bastante establecer relaciones personales, e incluso las relaciones de pareja son algo complicadas, puesto que a pesar de saber qué es el amor y de disfrutar de él, no lo demuestran tan bien como su pareja desearía.

 Perceptivo-extravertido: En esta categoría, encajarían todas aquellas personas que, por lo general, se muestran bastante abiertos, accesibles y alegres con el mundo en general. Les gusta experimentar muchas cosas, son muy activos y tienen muchos amigos. Pero, ojo, también son  “volubles”, cambiando muy a menudo de amistades, de trabajo, les molestan muchos las críticas llegando incluso a ser vengativos.

 Perceptivo-introvertido: Este grupo abarca  a personas que parecen vivir casi en un “mundo irreal”. Buscan solo espacio interior, personalidades muy cerradas y herméticas que no establecen demasiadas relaciones personales.

 Intuitivo-extravertido: Suelen mostrarse como persona muy optimista, activa, nerviosa, de las que siempre empiezan cosas pero nunca las terminan… Disponen de un alto sentido de la moral pero  centrados siempre en su personal visión, tus inalterables creencias, de ahí, que no suelan demostrar demasiada empatía. Ayudan y levantan bastante entusiasmo en los demás, pero en ocasiones sus relaciones son “algo complicadas”.

Intuitivo-introvertido: Los grandes  soñadores.  Regularmente son personas casi enajenados con el arte,  la música, indagan, buscan, conocen y aportan, son aquellos que le dan forma y color a las emociones… por lo mismo son algo obsesivos e inestables en sus relaciones personales. A su vez, el mundo los ve como “enigmáticos y extraños”.

¿Con qué categoría te identificas más o menos según la teoría de la personalidad de Carl G. Jung? Como afirmarían los chicos hoy en día… “Ese Jung es un loquillo” mira que encerrar en solo unos cuantos bloques a toda la humanidad, supongamos que hay algunos que no se sienten  confortables en  ninguno de los anteriores… ¿Nos mudamos de planeta? Mejor busquemos una placentera vida…