En una mañanera más, Jorge Ramos desarmó al presidente Andrés Manuel con su incisiva forma de preguntar. No es nuevo. En otras ocasiones a presidentes de México y de otros países, los ha confrontado con la frialdad de las cifras, de la realidad, pero de una forma apasionada.

Jorge Ramos en sus defensas y críticas, siempre puede aparentar ser un poco más de showman y no a reportero, pero son estilos. Puede gustar o no. Lo cual no quita bajo ninguna premisa, que sus preguntas son incisivas, interesantes y enfrentan a los gobernantes con verdades incómodas. Esa es la labor de un buen periodista. 

Si ya saben, por qué no se preparan

Concuerdo con la Dra. Verónica Malo en su artículo “Jorge Ramos y otros figurines” que es de ilusos pensar que en presidencia no saben quiénes estarán al otro día en las mañaneras y que seguro harán preguntas. La pregunta es por qué si saben quién va, sea quien sea, no preparan mejor al presidente.

En principio, deberían prohibir los prolegómenos que no llegan a nada y solo dicen burradas, como lo del corredor keniano. Queda mal la dizque reportera y peor quienes permiten esas burlas al oficio de reportero.

Si ya saben que estará Jorge Ramos y que es un profesional de la noticia, por qué no preparan a López. 

Otras cifras…

Basta la cantaleta de “yo tengo otras cifras”, y peor cuando las cifras citadas por Ramos son las que aparecen en la misma mañanera dadas por el mismo gobierno. ¡En la pantalla que sirve de apoyo al presidente! 

Los números citados por Ramos son correctos, de seguir en esta espiral la violencia, 2019 será el peor año de la historia. Razones podrá haber muchas, imputables o no al actual gobierno, pero lo que se vuelve deleznable es negarlas. 

Al final, una de las múltiples razones por las cuales Andrés Manuel arrasó es porque el país presentaba muchas fallas. Se entiende, por ende, que la situación tarde en cambiar. Imposible eliminar la violencia o la corrupción en un día como se vendió (era campaña). Pero peor resulta empeñarse en algo que puede probarse como falso. Es ser igual que Trump. Y nadie le cree al copete naranja.

Las cifras, pueden cambiar con la puesta en marcha de la Guardia Nacional. Podría ser que crecieron por el mismo impulso que traían o porque con cualquier cambio de administración y políticas públicas, crezcan mientras se reforman las instituciones y las formas, pero no es válido que insista en que él tiene otras cifras. 

Periodismo

Las mañaneras deben servir para que el presidente comparta a los mexicanos las acciones que realiza el gobierno en su conjunto. Informar de lo que va bien, de lo que aún requiere mejora (casi todo) y en lo que se está trabajando y sus porqués. 

Lo principal, una reunión con las características descritas, debe basarse en cifras y realidades. No en mentiras o en semi verdades. Ya Luis Estrada, ha demostrado que solo en la semana pasada en las conferencias del presidente, se contaron 80 afirmaciones NO verdaderas. 

Es labor del periodista preguntar, ser inquisitivo y crítico. Para paleros, existen las revistas de corazón. No culpen a Ramos de hacer preguntas incómodas, de debatir con el presidente. Él realizó su trabajo de reportero. López Obrador no quiso ser el presidente que requiere México. Aquel que puede afrontar las realidades, para cambiarlas con tiempo y trabajo y no con un “yo tengo otras cifras”. Señor presidente, por favor, ya es tiempo de verdades.