Ese gordo es un desgraciado asesino, aquel de allá es un ratero, la que va a su lado es una cualquiera y una trepadora, aquel otro sólo se dedica a chingar pero no sabe hacer nada, el de allá sólo nos engañó y no ha hecho nada de lo que prometió, dicen que es gay y sólo está casado para tapar el ojo y ése se robo mucho dinero y quedó impune.

Más o menos las de arriba son frases que los mexicanos repiten a diario sobre la imagen de algunos de los políticos mexicanos que concuerdan en lo colectivo con algunas de estos conceptos que tenemos sobre ellos.

La estupidez del “no me importa lo que piensen de mí”.

Hay mucha gente que emplea la frase del “no me importa lo que piensen de mí” refiriéndose a su manera de actuar, pensar y vestir que son las tres partes fundamentales de nuestra imagen. Cuando las personas emiten esta frase están siento totalmente incoherentes en su mayoría porque a ningún ser humano le gusta ser criticado por como es, claro estos tres componentes comúnmente tienen problemas de conexión ya que lo que decimos, lo que hacemos, lo que pensamos y cómo nos desenvolvemos frente a los demás, no necesariamente habla de nosotros, pero al mismo tiempo los demás nos perciben y tiene una opinión de nosotros.

El equilibrio de nuestra imagen

La imagen que mostramos al mundo no sólo se basa en lo que opinemos de nosotros mismos, debe haber un equilibrio entre lo que los demás perciben de nosotros para poder establecernos de la manera más favorable posible. Si a un gordo lo critican por su obesidad que al final de cuantas daña su salud por citar un ejemplo, se debe tener la capacidad necesaria para equilibrar esta percepción, la mitad de lo que pensamos de nosotros es exactamente tan importante como lo que los demás piensan de uno. Eso podría parecer muy condescendiente y hasta falto de autoestima, pero usted por ejemplo, no sale comúnmente a trabajar a su oficina en chancletas, short y una playera rota como lo hace dentro de su hogar donde nadie lo ve o sólo aquellos a quienes les tiene confianza como su familia.

En la política

La imagen de los políticos mexicanos es muy estándar, muy igual ya que casi todos nos quieren dar la imagen de “responsabilidad” y de “honradez” que dista mucho de lo que en la práctica y en los hechos ocurre. Todos parecen lo mismo, están cortados por la misma tijera, usan trajes oscuros y corbatas con el color de su partido tratando de dar una imagen de inteligencia y sobriedad, no hay bromas, no hay naturalidad simplemente nos engañan.