Si la juventud es un defecto, es un defecto del que nos curamos demasiado pronto y del que no quisiera curarme nunca. Quienes afirman que se es joven solo una vez, ignoran que la juventud no es solo una etapa sino una actitud ante la vida. Juventud no es la de aquel que tiene veinte años, sino la de aquel que se conmueve ante cualquier injusticia en el mundo, aquel que se atreve a crear, innovar, fracasar, levantarse e intentar de nuevo. Es joven aquel que intenta cambiar al mundo, el que se apasiona, aquel que no se cansa de aprender y nunca deja de luchar. Es joven quien quiere serlo. En ese sentido el poeta Alejandro Casona afirmaba que “no basta con ser joven, sino que es preciso estar borracho de juventud con todas sus consecuencias.” ¿A qué consecuencias se refería Casona? Me parece que se refería al deber de señalar y enfrentar las desigualdades sociales y a la obligación de rebelarse ante los cánones establecidos siendo innovadores e idealistas pero siempre responsables y congruentes.

El pasado viernes tuve la oportunidad de ser parte de la inauguración del Observatorio Ciudadano de Derechos Juveniles del DF, el cual me permitió apreciar cómo los jóvenes capitalinos planean levantar la voz para la defensa, análisis y propuesta de sus derechos fundamentales. Hay quienes afirman que las grandes responsabilidades de la vida empiezan a la mediana edad, sin embargo, considero que las primeras y más importantes responsabilidades de la vida se presentan durante nuestra juventud, ya que es precisamente en esta etapa de la vida, en la cual recibimos la encomienda para luchar por los derechos sociales con la finalidad de mejorar las comunidades en las que deseamos desarrollarnos como adultos.

En una ciudad como la de México, en la que el 53% de los jóvenes entre 14 y 29 años ha manifestado no tener interés en lo absoluto por la política[1], y en la que el índice de participación en el pasado proceso electoral de aquellos entre 18 y 29 años de edad, representó tan sólo el 26% del total de votantes en la pasada elección[2], me enorgulleció ver la forma en la que a través de dicho Observatorio Ciudadano, los jóvenes asumen su responsabilidad como sujetos activos en los asuntos públicos de la sociedad. Ello me hizo reflexionar sobre la gran confianza que debemos poner en nuestra juventud para lograr sacar adelante al país, pues su innovación y creatividad serán las herramientas que lleven a México hacia el futuro, ya que ellos tienen la aptitud para distinguir entre el país que somos y el país que deseamos y debemos ser.

Considerando que el 26.2% de la población en el país tiene entre 15 y 29 años de edad[3], podemos afirmar que la juventud constituye su columna vertebral. Pero, ¿de qué sirve contar con un gran bono demográfico si no capitalizamos dicho potencial? Si bien es cierto que la juventud mexicana ha tenido un incremento considerable en cuanto al nivel de escolaridad, la realidad es que los jóvenes siguen enfrentando diversos obstáculos para terminar la preparatoria y más aún para conseguir un título universitario. Si tan solo 17.4% de los mexicanos cuenta con estudios superiores[4], es un hecho que no se debe a la falta de interés sino a la falta de oportunidades. Por lo cual, es preciso que autoridades y sociedad en general generemos las condiciones necesarias para que la juventud desarrolle plenamente su potencial intelectual, creativo y humano.

Ante el panorama que enfrenta el país, la labor de los jóvenes en la construcción de un México próspero no debe limitarse en señalar las fallas de las políticas sociales ni tampoco basta con ser los más férreos críticos del Gobierno. Es preciso que los jóvenes se ensucien las manos y hagan su labor de manera directa y personal, pues es precisamente la juventud la edad de los sacrificios desinteresados y de la ausencia de egoísmo. Si bien la solidaridad no es una obligación legal, sí deben tenerla por un deber moral.

Para concluir, he de señalarles a los jóvenes, que su generación no es la primera generación que anhela un mundo pleno de belleza y libertad, sin embargo, la oportunidad de lograrlo les corresponde ahora a Ustedes. Les advierto que no será tarea fácil y para lograrlo habrán de romper paradigmas, despertar conciencias y superar tabúes. Entréguense a la búsqueda de la igualdad social y conviértanse en la primera generación que logra ese mundo pleno de belleza y libertad. Es su momento. ¡Conviértanse en la generación que hizo historia!

[1] Instituto de la Juventud del Distrito Federal. Consulta Tendencias juveniles 2013; p. 71. Consultable en  http://www.jovenes.df.gob.mx/Consulta.pdf

[2] Fuente: Instituto Electoral del Distrito Federal.

[3] Instituto de la Juventud del Distrito Federal. Ídem

[4] INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA Y GEOGRAFÍA; Estadísticas a Propósito del Día Internacional de la Juventud: Datos Nacionales; 11 de agosto de 2010;

http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2010/juventud10.asp?s=inegi&c=2766&ep=41  (Consultado el 8 de agosto de 2014.)