Deseo extender mis felicitaciones al pueblo brasileño y sus autoridades —una autoridad firme, legal, con mano dura, que aplica el rigor de la ley, no como en México donde se otorga fuero a los funcionarios públicos y con un fajo de billetes por mordida se deja en libertad a los sucios transgresores de la ley— por la reciente captura y encarcelamiento de los funcionarios Rafael Miguel Medina Pederzini y Sergio Israel Eguren Cornejo. El primero de ellos Director General de Gabinete y Proyectos Especiales de la delegación Benito Juárez, y el segundo titular de la Dirección General de Desarrollo Delegacional de la misma demarcación.
Además, ambos violadores de la ley son ex diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Los dos pertenecen al Partido Acción Nacional y representan una vergüenza para todo el país pues han sido llevados a la cárcel por cometer tocamientos a los glúteos de una mujer brasileña y asestar una golpiza terrible a dos abogados hasta dejarlos ensangrentados, según se observa en una foto difundida el 30 de junio en redes sociales.
Rafael Medina y Sergio Eguren, ambos panistas y funcionarios públicos en la delegación Benito Juárez, son unos miserables. En primer lugar, son poco hombres, machistas y cobardes. Meter mano a una mujer sin consentimiento de ésta, significa tratar a la dama como una cosa, como un objeto para satisfacer su puerca lascivia. Significa, además, no respetarla, quebrantar sus derechos, hacerla menos, ofenderla e insultar de paso a todas las mujeres. En segundo lugar, agredir a dos personas a golpes es una evidencia irrefutable de su violencia y desprecio por la dignidad de los demás.
Estos panistas han demostrado, en otro país —¡ni más ni menos que en Brasil, donde se lleva a cabo el mundial del fútbol y por tanto el foco de atención de todo el mundo!—, la cultura del funcionario público mexicano: la cultura del privilegio, de la holgazanería, de la corrupción, del desprecio por los derechos humanos, de la arrogancia, de la prepotencia, de la impunidad y de la transgresión de la ley.
Son una vergüenza para México. Rafael Medina y Sergio Eguren son una vergüenza para México.
Es imperante que funcionarios públicos como estos dos sean erradicados de la política mexicana. Es una necesidad prioritaria que en nuestro país sean despedidos los holgazanes, los corruptos, los transgresores de la ley, los arrogantes y los prepotentes. ¡No más servidores públicos como Rafael Median y Sergio Eguren!
Conmino a las autoridades brasileñas a hacer justicia a los abogados golpeados y a la mujer cosificada por estos dos barbajanes. Los violadores de la ley —aunque sean de mi país no pediré indulgencia para estos bribones— deben ser sancionados por sus delitos.
Por ahí leí que podrían pasar de 1 a 8 años de cárcel sin derecho a fianza. Si son 8 sería mejor, pues en México no necesitamos esa clase de parásitos que denigran a la mujer, que cometen ilícitos y que encima, maman como esponjas cantidades escandalosas del erario público.
Brasil debe demostrar al mundo entero que en su tierra la ley se respeta.
En México nos hemos llevado una buena lección. De ahora en adelante debemos poner más atención en qué tipo de personas son las que encabezan puestos de poder en el gobierno, en los tres niveles: municipal, estatal y federal, pues como hemos visto una y otra vez, hay muchas cucarachas similares a Rafael Medina y Sergio Eguren, que por un lado trabajan en presunto beneficio del pueblo, y por otro transgreden la ley.
Estos dos tipejos constituyen una muestra fehaciente —aunque estadísticamente no representativa, es cierto— de la clase de bichos que conforman al Partido Acción Nacional. Aunque el señor Gustavo Madero haya salido ya a deslindarse de estos dos, lo cierto es que la mugre abunda en ese partido político.