Creo que estamos absolutamente equivocados en México al apostar por una vacuna, la Sputnik V, que Rusia no tiene capacidad para producir a gran escala —ya quedó mal con el gobierno argentino—; cuyos desarrolladores, del Centro Gamaleya, ni siquiera han iniciado en nuestro país el trámite para que Cofepris autorice su uso, y que como se lee en un interesante artículo de la doctora en inmunología Irma Aguilar Delfín, casi seguramente no funcionará por estar basada en una plataforma de adenovirus 5.

Rusia falla en las entregas a Argentina 

Es la nota principal de ayer del diario La Nación, uno de los más importantes de Buenos Aires:

√ “Luego del incumplimiento de los casi cinco millones de dosis de Sputnik V que había prometido para enero”, el gobierno argentino negocia para febrero la llegada de vacunas de Sinopharm , la compañía farmacéutica estatal de China.

√ “A diferencia del caso ruso, las vacunas de Sinbnopharm ya están fabricadas”.

√ “La producción en gran escala de la vacua rusa creada por Gamaleya ha presentado serias dificultades”.

√ “La razón no revelada —de tales dificultades en la manufactura— es que la transferencia de tecnología a los centros de producción en Corea del Sur y la India complejizó los controles de calidad”.

El adenovirus 5 hace que no sea eficaz la vacuna rusa

En su artículo “¿Por qué la vacuna Sputnik V nunca obtendría una recomendación favorable en la FDA?”, la citada doctora Aguilar Delfín dice lo siguiente:

√ “Varias de las vacunas contra covid-19 están fabricadas con una plataforma biotecnológica de adenovirus: Oxford/AstraZeneca, Sputnik V, CanSino y Jannsen”.

√ Los adenovirus “están en casi todas partes e infectan mamíferos y les causan enfermedades generalmente leves: infecciones de vías respiratorias, diarreas, etc”.

√ “Uno de los que más frecuentemente causa infecciones en humanos es el adenovirus 5”.

√ “Tres de las cuatro vacunas que mencioné arriba están fabricadas sobre una plataforma de adenovirus humano: Sputnik V, CanSino y Jannsen”.

√ “La vacuna de Oxford/AstraZeneca, en cambio, está fabricada sobre una plataforma de adenovirus de chimpancé. Y esto no es para nada una casualidad o una decisión arbitraria. Más bien se debe a que desde hace ya muchos años se ha visto que las vacunas fabricadas en plataformas de adenovirus humanos presentan problemas: a pesar de tener resultados muy prometedores en animales, al llegar a las pruebas en humanos, fallan. Esto se ha documentado especialmente bien para las que están fabricadas sobre adenovirus 5”.

√ Fallan las vacunas producidas sobre el adenovirus 5 porque este “es muy prevalente en las poblaciones humanas, sobre todo en países tropicales más o menos pobres. Y eso hace que muchas de las personas tengan anticuerpos preexistentes contra el Ad5, porque se enfermaron con él y se recuperaron”. 

√ “El problema es que cuando su organismo lo vuelve a encontrar en forma de 'cáscara', estos anticuerpos preexistentes lo bloquean y no dejan que la vacuna haga su trabajo. No la dejan entrar a donde tiene que ir para activar linfocitos y todo eso. Y entonces la vacuna no funciona”.

√ Las vacunas Sputnik V y CanSino, “que el gobierno mexicano está tan interesado en distribuir en México” están basadas en el adenovirus 5.

√ “Desde el 2007 la comunidad mundial de vacunólogos decidió que no tenía caso fabricar vacunas basadas en adenovirus 5”.

Rusia y China ya han fracasado por insistir en ello.

√ “Los fabricantes de Sputnik V saben que el vector adenovirus 5 es un problema, porque ya les ha pasado antes. Ignorarlo y negarlo es altamente sospechoso y deshonesto”.

√ “No tenemos por qué aferrarnos a estas vacunas basadas en Ad-5, hay más vacunas que ya vienen en camino: la de Jannsen, basada en adenovirus 26 y con muy buenos datos preliminares de eficacia es una gran opción. La de Oxford/AstraZeneca es una vacuna buenísima y ya casi la tenemos. Las de Novavax y CureVac todo indica que también serán muy eficaces”.

¿Y por qué miente el doctor Gatell sobre la “autorización interna” de Cofepris a la vacuna rusa?

Ciro Gómez Leyva, en Imagen TV, dio a conocer que fuentes de primer nivel del gobierno federal le confiaron que ni el Centro Gamaleya ni el gobierno ruso —ni nadie más— han solicitado en Cofepris el inicio de un trámite para autorizar la aplicación de la Sputnik V en México.

Mis propias fuentes, del sector salud mexicano, confirman que es absolutamente cierto lo que Gómez Leyva dio a conocer.

Si ni siquiera se ha solicitado a Cofepris que se estudie la posibilidad de la autorización de la vacuna rusa, entonces el Comité de Nuevas Moléculas de la dependencia no ha sido convocado para que dé su opinión, y por lo tanto no ha sesionado, al menos no formalmente, respetando la normatividad.

¿Por qué, entonces, el rockstar de la epidemiología, Hugo López-Gatell dijo que la Sputnik V ya tiene una “autorización interna” en Cofepris? Si esta oficina depende de él, ¿era necesario que mintiera? ¿No pudo simple y sencillamente decir que Rusia no ha podido entregar desde hace semanas documentación que se analiza, pero que pronto ocurrirá para una rapidísima, aunque fuera de las normas, autorización de emergencia en unos cuantos días, para que el cargamento de vacunas rusas que se supone llegará a México no entre al país como contrabando?

Vamos a esperar que la Secretaría de Salud explique las cosas, es decir, que si niegan la información de Imagen TV, lo hagan con papeles en mano, no solo con rollos que no vienen al caso.