Ayer por la tarde, Esteban Moctezuma, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sostuvo una reunión de trabajo “ante las comisiones unidas de Educación y de Puntos Constitucionales en la que expuso la iniciativa que reforma los artículos 3°, 31 y 73 de la Constitución en materia educativa, enviada por el titular del Ejecutivo, y argumentó la necesidad de abrogar la legislación actual.” (1) A propósito de este encuentro entre el representante del Poder Ejecutivo y los integrantes del Poder Legislativo, pongo a consideración siete breves comentarios y preguntas sobre algunas ideas expresadas durante la reunión.

I

Adiós  a la frase “Máximo logro de aprendizaje”

 

Según el Boletín oficial de ayer, generado en la Cámara de Diputados (ver nota al pie), “el funcionario federal afirmó que la propuesta (de iniciativa), por primera vez, presenta el concepto de niñas, niños y jóvenes, a quienes se les confiere el interés supremo de la educación que imparte el Estado. Ellos serán el centro de la educación y de todos los esfuerzos que hagamos los que estemos vinculados a ella”. Como puede desprenderse de lo dicho ayer y por lo escrito en la redacción de la iniciativa, el gobierno entrante no reivindica la frase “Máximo logro de aprendizaje” (lo cual hace suponer que se eliminará), que forma parte del texto Constitucional actual. Esto me parece un acierto, sobre todo si en el texto se establece, (Artículo 3 de la Constitución), que el Estado asegurará el Derecho a la Educación de niños, niñas y jóvenes.

Tal como lo he argumentado en pasadas entregas, elevar el Derecho a la Educación a rango constitucional, evita el reduccionismo que imperó en el “discurso educativo” del pasado sexenio, en el sentido de colocar al mencionado derecho en términos instrumentales u operativos (el llamado “Derecho al Aprendizaje”). Es cierto que el Derecho a la Educación incluye a los procesos de aprendizaje, pero no sólo es eso, puesto que hay otros aspectos importantes relacionados con la educación del ser humano (como los procesos de construcción de la personalidad, la apreciación estética, la formación cívica, etc.), que guardan relación con una idea de la educación centrada en el Ser y no tanto en el “Hacer” ni en el “Tener”. Digo que es un acierto, además, porque los procesos generales de “Lo Educativo” no deben reducirse a los procesos particulares implicados en los “Aprendizaje Escolares” (es decir, lo que establece el currículo), y menos aún traducirse en parámetros cuantificables ni a una métrica supuestamente pedagógica (por ejemplo, valorar la “calidad” de la educación en razón de los “resultados” de aprendizaje, entendidos éstos como uno de sus indicadores “clave”). Considero, por el contrario que “lo Educativo” es mucho más extenso, profundo y complejo como para limitarlo a los “términos mensurables del aprendizaje”. Esta posición implica, sin duda, que los asuntos específicos relacionados con los procesos de aprendizaje escolares, habrán de precisarse en las leyes secundarias.

II

El INEE no se destruye, sino que se transforma

Por otra parte y como sabemos, la iniciativa del Ejecutivo Federal contempla que el órgano que transformará (o sustituirá) al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (cuya autonomía se estableció en la Carta Magna en 2013), incluye “la revaloración de los docentes, a través de la creación del Instituto Nacional para la Revalorización del Magisterio, donde tendrán mejora continua y al que se le dota de más amplias competencias, entre las que se incluye la determinación de estándares e indicadores de resultados, y la certificación de desempeño de instituciones, autoridades y actores de la enseñanza.”. También “…contempla la formación profesional de la gestión escolar para directores y supervisores, además de la realización de estudios, mediciones, evaluaciones e investigaciones especializadas dentro de un esquema de evaluación pertinente.”

 “El organismo contará también con un consejo consultivo ciudadano que, de manera permanente, apoyará al sector. Además, se propone un programa a 30 años, que permitirá dar continuidad a la política educativa de Estado.” Moctezuma Barragán señaló que el nuevo Centro o Instituto de Revaloración del Magisterio tendrá “autonomía técnica”, cuya figura jurídica es similar a la que rige al INEGI. Habrá que estar atentos a la integración y a los procesos que ponga en marcha el mencionado organismo.

III

La apuesta por las Escuelas Normales y la UPN

 

Dijo el responsable de la educación pública en México que con la iniciativa (y posterior dictamen) “también se fortalecen las escuelas normales y las instituciones de educación superior que brindan formación pedagógica (como la UPN), para mejorar sus métodos de enseñanza y mejorar la calidad de la formación. Para cambiar la educación debemos ir al origen, y el de la formación magisterial son las normales, a las que se propone apoyar en la iniciativa”.

Este punto habrá que revisarlo con cuidado, puesto que el llamado subsistema de Escuelas Normales es complejo, demasiado diversificado y enfrenta serias problemáticas específicas como consecuencia del abandono institucional, tanto de las políticas públicas practicadas hacia el normalismo durante las administraciones federales anteriores como de las estatales.

IV

La estrategia fallida

 

Moctezuma Barragán aseguró que de continuar con la actual estrategia, (se refería a la Reforma Educativa del gobierno de Peña Nieto), el daño a niñas, niños, jóvenes, maestras y maestros, sería irreparable. “Esa es la responsabilidad de hacer el cambio y abrogar la fallida reforma y dar un nuevo cauce al proyecto educativo hacia una nueva etapa. Lo mejor de la educación está por venir. No veamos lo que quedó atrás, sino lo que hay por delante”. (cursivas y negritas de J.C.M.A.)

“Al dar respuesta (a los cuestionamientos de los diputados federales), el secretario de Educación, Esteban Moctezuma Barragán, afirmó que la fallida reforma educativa, además de acompañarse de una desvalorización de las y los maestros, los ahoga con cargas administrativas adicionales que demandan, según sus testimonios, la mitad de su tiempo laboral para responder cuestionarios y realizar otras tareas no sustantivas que afectan notablemente su desempeño en el aula.” (…) “Este juicio no sólo es del magisterio, y no es recogido en la consulta nacional, sino que la Auditoría Superior de la Federación concluyó que la reforma no ha dado resultados, pues la mayoría de alumnos de educación básica se encuentran en el nivel más bajo del logro educativo, con 56.7 por ciento en Matemáticas y 48.1 por ciento en Lenguaje y Comunicación” (…) “Esos estudios muestran que los resultados académicos de la reforma no sólo no significaron una mejora, sino que, de 2015 a 2017, los estudiantes mexicanos sometidos a diagnósticos, obtuvieron cinco puntos menos en Lenguaje y Comunicación y tres puntos menos en Matemáticas; se retrocedió en las propias mediciones nacionales” (de aprendizajes escolares), aseveró. 

V

La participación de las Maestras y los Maestros

“Consideró que nunca debió concebirse una reforma educativa sin la participación directa de los maestros y las maestras de México. Tampoco tenía que instrumentarse una evaluación de los docentes con fines laborales. Destacó que a los principios tradicionales de la educación se le agrega la universalidad, la integralidad, la equidad y la excelencia, como postulados básicos de la educación pública impartida por el Estado.” (…) “En cuanto a excelencia, estimó que la calidad debe de ser el piso y no el objetivo final de la educación.”

La palabra o el concepto de “excelencia”, me genera ruido. Me parece ambiguo e impreciso. Es importante que los especialistas y estudiosos de “lo Educativo” se pronuncien, con argumentos, al respecto.

VI

La Equidad en y más allá de las aulas

El titular de la SEP señaló lo siguiente: “Estamos conscientes de que en México la educación más pobre es la que reciben los más pobres; eso tiene que cambiar, se deben centrar los esfuerzos en fortalecer al sistema, para que mitigue una de las causas de la pobreza en el país.” (…) “un país pluriétnico y pluricultural como México, debe tener una política diferenciada en materia educativa y expresar una visión regional en la formulación de contenidos. Se trata de una política incluyente, la cual incorpora un énfasis en educación indígena, indígena bilingüe y bicultural, para combatir las desigualdades sociales, de género y regionales”. ¿”Política diferenciada”? ¿Cómo se aterrizará este enfoque de la equidad en y más allá de las aulas? ¿Cómo se traducirá esta idea en la formación inicial y continua de los docentes y directivos?

VII

Enfoque formativo de la evaluación a docentes (y demás figuras educativas)

Moctezuma Barragán “aclaró que la evaluación magisterial continúa, no se elimina; los maestros la aceptan, pero no ligada a lo laboral o a permanecer en la plaza. Nuestra propuesta es hacer una evaluación diagnóstica que permita conocer dónde hay fallas e identificar áreas de oportunidad, para diseñar un modelo de capacitación para los docentes, en el cual se invierta, y no en publicidad”. Además, -dijo que- “al magisterio nacional se (le) reconoce por primera ocasión como agente de cambio y se garantiza su desempeño a través de un nuevo servicio de carrera profesional.” Habrá que revisar los montos presupuestales, año con año, como para valorar la consistencia de estas palabras.

Respecto al servicio profesional docente, dijo: “proponemos crear un nuevo sistema de carrera profesional magisterial, en donde el maestro se prepare, esfuerce y sea mejor porque quiera educar más y mejor a sus alumnos y no porque esté perseguido por la autoridad”.  Ojalá que no se recicle la desafortunada experiencia del Programa “Carrera Magisterial” que, entre otros defectos, fue manejado y desvirtuado por ciertas dirigencias o cúpulas sindicales. También sobre este tema habrá que estar informados y atentos.

Dejo para otro momento las reflexiones relacionadas con los temas de la obligatoriedad de la educación superior y la inclusión de la educación inicial en el texto Constitucional.

Fuente consultada:

(1) Boletín No. 944 de la Cámara de Diputados. H. Congreso de la Unión. LXIV Legislatura. 28 de enero, 2019.

jcmqro3@yahoo.com