Las redes sociales llegan a ser el espejo de la sociedad. No tenemos que andar buscando que hizo cada uno cuando todo lo que hacen lo publican en redes. Últimamente, me ha tocado ver en redes sociales a muchas personas en reuniones donde ya se nos olvido la distancia social y la peligrosidad de los contagios de este virus que esta azotando a todo el mundo.

Me ha tocado ver una cantidad de COVIDólogos que se sienten expertos en el tema de la enfermedad y ese expertise hace que pierdan foco sobre sus propias interacciones con otras personas. Los números de la enfermedad con el tiempo en lugar de espantarnos se convierten en ese bache en la calle que ya sabemos donde esta y lo esquivamos el 99% de las veces, pero siempre esta el 1% donde caemos.

Vemos a los “influencers” de las redes sociales haciendo cosas que están fuera de lugar con las precauciones que todos estamos tomando y lo que les esta pasando es el vivo reflejo de lo relajados que nos hemos vuelto con la enfermedad.

Una de estas personas que tienen una cantidad interesante de seguidores en Instagram salió de vacaciones al Caribe Mexicano, le toco estar cuando la evacuación del huracán Delta. Si de por si esas vacaciones ya representaban un riesgo imagine estar en un lugar de confinamiento cuando la intención es estar lo mas alejado de otras personas. Cual fue el resultado, positivo COVID-19. Esta persona viajo en avión de regreso a su ciudad de origen por lo que también puso en riesgo a los pasajeros de ese avión. El relajamiento, cansancio y miedo de lo que paso con el Huracán seguramente hizo que muchos en los vuelos de regreso no siguieran las reglas mínimas de higiene y distancia.

Otro caso también de una de estas llamadas influencers. El encierro nos hace buscar maneras de distraernos, pero en nuestra cantidad de covidólogos silvestres tomamos decisiones que al final nos convierten en covidiotas. Se reunieron varias familias para salir de paseo a una playa a unas 10 horas de donde residen. El plan era perfecto, entre todas las familias creían que se estaban tomando las precauciones necesarias y todo esto se redondearía al momento de viajar vía terrestre pues ahí se quitaría el factor de posible contagio por viajar en avión. Fueron días felices de ida y de regreso hasta que la persona que es influencer empezó a tener síntomas relacionados con el COVID. Al hacerse el examen salió con resultado positivo. Seguramente los otros involucrados tendrán contagio y sería lo mas sensato que todos se hicieran el examen y se aislaran para no contagiar a los demás, aun saliendo negativos.

Después de seguir estos dos casos que nos han documentado involuntariamente en Instagram, me tope con un articulo en el diario español El País que habla sobre como se contagia el coronavirus en el aire.

El articulo habla sobre los tres modos de contagio de COVID-19. La primera es el contagio por las gotas que expulsan los contagiados al hablar o toser que acaban en los ojos, boca o nariz del infectado. La segunda es la de las superficies contaminadas, aunque es la menos probable y según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades no se ha descrito ni un solo contagio por esa vía. Y el ultimo modo de contagio es la infección por aerosoles que son las minúsculas partículas contagiosas que exhala un enfermo y quedan suspendidas en el aire de ambientes cerrados.

Dice el articulo que el 31% de los brotes conocidos en España se dan en reuniones sociales como encuentros con familiares y amigos. Se hizo una simulación donde se reúnen en una casa 6 personas durante 4 horas. Si están estas 4 horas sin mascarillas, sin ventilación y hablando en voz alta, el modelo habla de un contagio de las otras 5 personas. El uso de mascarillas reduce el contagio a 4 personas pues las mascarillas reducen los contagios, pero no son tan efectivas durante periodos muy prolongados de tiempo. El peligro de infectarse queda por debajo de una persona contagiada si solo se ven un par de horas, se tiene ventilación y todos portan mascarillas.

La misma simulación la hicieron para un bar con resultados similares. Lo que manda es el tiempo de exposición al virus, la ventilación y el uso de mascarillas.

Hicieron lo mismo para un colegio donde los contagios disminuyen considerablemente si se ventila el aula y se tienen pausas cada hora para renovar por completo el aire de las aulas. Esta simulación la hicieron suponiendo que el docente fuera el paciente cero.

El simulador lo desarrollaron un grupo de científicos liderados por el profesor José Luis Jiménez de la Universidad de Colorado. Aunque el calculo que realiza el simulador no es exhaustivo sirve para ilustrar los riesgos en función de las cosas que si podemos hacer para disminuir las posibilidades de contagio.

Un ejemplo real lo tenemos en un ensayo de un coro en el estado de Washington en los Estados Unidos el pasado marzo. A este ensayo acudieron solo 61 de los 120 miembros del coro. Intentaron, en la medida de lo posible, mantener las distancias y la higiene. El problema es que provocaron un escenario de riesgo máximo pues no traían mascarillas, no había ventilación y estuvieron cantando y compartiendo el mismo espacio por mucho tiempo. Un solo contagiado contagio a 53 personas en dos horas y media. Algunos de los infectados estaban a 14 metros a sus espaldas, por lo que el contagio por aerosoles es la explicación pertinente del contagio. Dos de los que enfermaron murieron.

Después de estudiar este penoso incidente, los científicos han calculado que si los asistentes hubiesen portado mascarillas durante el ensayo se hubieran recortado los contagiados a la mitad. En un ensayo mas corto y con mas ventilación solo se hubieran contagiado dos de los coristas.

Volvamos a la situación de los dos influencers. La que hizo el viaje al Caribe Mexicano, estuvo, además del albergue por el huracán, en bares y restaurantes donde estuvieron cantando a grito abierto sin mascarilla y mucho menos distancia social. Si en los lugares donde anduvo había una sola persona con COVID-19, seguramente de ahí vino el contagio.

En el segundo caso, supongamos que hicieron un viaje mas tranquilo, estuvieron en lugares mas abiertos y se cuidaron de cierta manera. El solo hecho de estar en un vehículo por mas de 8 o 10 horas les aumento el riesgo de contagio. Si solo una persona contagiada pudo pasarle el virus a otras 52 en dos horas y media con personas a mas de 14 metros de distancia, ¿Cuál sería la probabilidad de contagio en un vehículo cerrado por 5 o 6 o 10 horas de viaje continuo? Se tomaron riesgos que considero innecesarios. Lo mas probable es que estas personas no fueran el paciente cero, es muy complicado saber quien lo fue.

Ambas personas, tomaron el riesgo de salir de viaje en estos tiempos, en grupos grandes y con otras personas que no saben si están cumpliendo las reglas de guardarse en casa a cabalidad. Una de ellas se llama a si misma, con sarcasmo, covidiota. También dijo que adquirió la enfermedad por que es humana y un montón de razones sin sentido. Diría mi padre, justificación no solicitada, culpabilidad implícita. El problema no es tanto el contagio de estas dos personas, ellas ya decidieron salir siguiendo el instinto de alguna persona que se siente covidólogo. El verdadero problema es que estas dos personas que documentan su vida en Instagram seguramente están a menos de 3 grados de distancia de su familia o de la mía y la posibilidad de contagio de uno de nuestros familiares esta muy cercano y es algo que nadie quiere experimentar.

Cuídese, se va a salir lleve su mascarilla, si se va a reunir con alguien que sea en un lugar ventilado y que no sea por mucho tiempo. No forme parte de las estadísticas que en este tipo de números el que menos tiene culpa de su contagio es López Gatell.