El día de ayer se informó que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación pidió a la Federación Mexicana de Futbol emprender acciones para eliminar la homofobia de los estadios y por lo menos, se deje de gritar el tradicional "¡Puuuuuuuuuuuto!" cada que un portero despeja el balón.
Las reacciones fueron variadas, al parecer nadie entendió. La mayoría de los mexicanos no entienden la trascendencia de sus palabras, piensan que no importa lo que dicen siempre y cuando sea por diversión.
Según explicaron algunos usuarios de redes sociales, el grito de "Puto" no tiene nada que ver con los homosexuales.
Sin embargo no podemos ocultar que desde niños nos enseñaron a referirnos despectivamente hacia los gays con palabras como "marica", "joto" y por supuesto "Puto". Es totalmente absurdo intentar ocultar la realidad.
Dicen los de la banda Molotov que la palabra "Puto", que utilizan en su famosa canción, tiene que ver con la gente "tranza", con los "miedosos" y que no es sobre los gays, pero es donde aparece una duda, ¿por qué utilizamos la misma palabra para referirnos a los políticos "trazas" y a los hombres que aman a otros hombres?
Entonces es evidente que "Puto" es algo malo, describe a una persona ruin y de pocos valores. Estaría de acuerdo utilizarla para descalificar políticos, pero para referirse a los gays jamás; lamentablemente nuestra tradición vocal liga la palabra "Puto" con estos dos mundos, entonces es necesario dejar de usarla para que nadie se sienta ofendido.
¿Es tan difícil dejar de utilizar una palabra?¿Son tan necios que no pueden si quiera planteárselo? o simplemente les da vergüenza reconocer que son homofóbicos, que les dan asco los homosexuales, que no soportan ver a un hombre besar a otro, que les da miedo que "se les vaya a pegar"; ¡miedosos! ¡Putos!
¿Por qué no van y les dicen "Putas" a sus madres? Muchas de ellas seguro parieron a un "Puto"
He visto a esos hombres, fueron mis compañeros de escuela hasta la universidad, llevan el gas a mi casa y me atienden en el banco, todos son unos cobardes, que no se atreven a decirnos de frente (a los gays) que nos odian, que nos tienen coraje, por ser felices. Unos hasta son homosexuales reprimidos, otros son simplemente reprimidos.
Por eso quieren conservar la arcaica costumbre de llamarnos "Putos", se les enciende el alma al escuchar a 100 mil personas gritar al unísono un término que les da pavor un día puedan recibir.
No importa como se justifiquen, son unos mediocres montoneros, solos no pueden, siempre desde niños se organizan en pandillas para llamar "Puto" a un sólo chico. Ya de grandes se reúnen en putrefactas cantinas y bares de "godinez", en casas al rededor de toda su familia y hasta en estadios repletos hasta la coronilla para enaltecer que son más y mejores que los "Putos". Me dan lástima.
Si la Federación Mexicana de Futbol no hace caso al serio llamado del Conapred, en México habrá triunfado una vez más la ley del más fuerte, la injusticia, esa de la que tanto se quejan cabrones.
La Real Academia de la Lengua Española entre sus definiciones de "Puto" tiene:
"Hombre que tiene concúbito con persona de su sexo"
Si les pareció chocante leer tanto la palabra "Puto", ese era el propósito, espero alguien se de cuenta del odio que están sembrando con sus palabras. Como sea ¡vayan y chinguen a su puta madre! porque para mi es una tradición despedirme así.