Nunca la Historia había alabado tanto a un científico como a Albert Einstein, pero no es para menos, pudo explicar el efecto fotoeléctrico y la teoría de la relatividad como nadie más hubiera podido haberlo hecho, no sin mencionar que se basó en trabajos de Isaac Newton y este a su vez logró su grandeza gracias a la utilización del cero, que, orgullosamente, fue una aportación al Mundo del México Prehispánico.

Albert Einstein nació judío, y por eso se escapó de la ya Alemania nazi en Octubre de 1932, como también lo hicieron otros judíos prominentes por esos tiempos, como Max Born, maestro de Robert Oppenheimer, el que sabía cómo armar la bomba atómica, el matemático Richard Courant y el químico Hans Krebs, por mencionar algunos.

Pero, repito, Einstein era el científico más famoso desde esa época, ya era Premio Nobel en 1921 y era colaborador del Presidente Franklin D. Roosevelt, podía haber participado para frenar la desaparición forzada de este Mundo de los judíos europeos en manos de la barbarie nazi, sabía que existían las deportaciones de judíos en su natal Alemania hacia su exterminio y la existencia de los campos de concentración en todo el territorio conquistado por Hitler, bastaba ver la película “El gran dictador” de su entrañable amigo Charles Chaplin que se estrenó en Enero de 1941 para saber lo que estaba ocurriendo en Europa.

Y claro que Einstein se arrepintió de no haber salvado a los judíos del nazismo, a sus propios vecinos, a sus mismos amigos de la infancia, por eso no aceptó la propuesta de David Ben Gurión para ser el primer Presidente de Israel en 1948, también por eso dijo sus últimas palabras en alemán en 1955, sabiendo que no las entenderían en el Hospital en el que estaba internado en Estados Unidos; y también por eso quizá donó su cerebro a la Ciencia, no para que encontraran su inteligencia, sino más bien para que trataran de encontrar su arrepentimiento.

Pero desde un punto de vista humano, la actitud de Einstein de no participar en la salvación de los judíos del nazismo, que podría calificarse como egoísmo, es justificada, él ya se había escapado de la persecución nazi, él tenía que velar por su propia vida, él no era el salvador de los judíos, simplemente era un científico, es como el que sale al principio de una estampida, o como el paciente que toma ácido cítrico y se cura de cáncer, y jamás lo comenta con otros pacientes que tienen cáncer también.

NOTA HISTORICA:

 El primer Presidente de Israel también era científico, y también fue nombrado por David Ben Gurión personalmente: Jaim Weizmann.