En medio de la discusión por los salarios de jueces y magistrados, causado por la intención de bajarles los sueldazos, un amigo litigante me recordó una máxima de los usuarios de los servicios de nuestro “honorable poder judicial”: “Los jueces mexicanos se creen dioses... pero los Magistrados de la Suprema Corte estaban seguros que son divinos”.
Vaya, está bueno que la chamba de juzgadores y ministros no es nada sencilla, pero eso no deja para que ganen tanto como ejecutivos de Silicon Valley.
Y menos en un país como el nuestro en el cual la justicia brilla, pero por su ausencia.
¿Cómo esperamos que los fallos de esos hombres y mujeres sean justos para un pueblo tan pobre y tan diferente al mundo en el que ellos viven?
POSADA SANGRIENTA
Santa Catarina, Nuevo León, es parte del área conurbada de la capital del estado, y por muchos años ya, coto de una rama de panistas que encabeza Víctor Pérez Díaz quien acaba de ser confirmado como integrante de la Comisión Permanente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN y es coordinador de los diputados federales panistas de Nuevo León, quien además preside la Comisión de Comunicaciones y Transportes en San Lázaro.
Pues bueno, en ese municipio que supuestamente preside Héctor Castillo, aunque todo el mundo sabe que quien manda es Víctor, hubo un sangriento atentado que dejó tres muertos y cinco lesionados.
Las víctimas celebraban una posada en un bar y entre las víctimas mortales se encuentran un padre y su hijo.
La nota, como tantas de su tipo, ya pasó al archivo, al igual que han pasado los malos manejos de una administración convertida en caja chica, la mayor parte de las veces.
Y mientras tanto, la violencia sigue y seguirá en Santa Catarina.